MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cirujanos del Hospital Infantil de Philadelphia (Estados Unidos) han informado del éxito de una cirugía pionera realizada hace tres años por la que consiguieron extirpar un tumor pegado al corazón a un feto de apenas 24 semanas.
El menor, según detallan en la última edición de la revista 'American Journal of Obstetrics and Gynecology', tiene ya tres años y se encuentra sano después de padecer mientras estaba en el vientre materno un teratoma intrapericárdico, un tumor extremadamente raro que suele detectarse en fase fetal.
"Hemos demostrado que podemos diagnosticar con precisión y proporcionar un pronóstico de esta rara enfermedad, así como realizar con éxito una cirugía fetal", ha explicado Jack Rychik, uno de los autores de dicho logro.
El tumor tiene su origen en el pericardio, la mebrana que recubre todo el corazón y resulta letal si no se trata adecuadamente. Actualmente su detección intrauterina conlleva el drenaje del líquido pericárdico para ganar tiempo y que el feto nazca con una edad gestacional viable, ya que el tumor se extirpa poco después del parto.
Sin embargo, antes de nacer el tumor crece más rápido y el líquido que rodea al corazón genera una presión que puede interrumpir la circulación y derivar en muerte fetal.
El bebé forma parte de una serie de ocho casos con sospecha de este tumor que fueron tratados entre 2009 y 2015. En dos de ellos la exploración reveló que tenían otros tumores y, del resto, sólo dos lograron sobrevivir a una intervención quirúrgica que, sólo en un caso se realizó intrauterina, ya que el otro bebé se sometió a la cirugía cuando tenía 31 semanas y ya estaba fuera del útero.
En el caso del bebé de 24 semanas, los cirujanos realizaron una incisión en el útero de la madre para extirpar el tumor mientras permanecía en todo momento conectado a la placenta.
De los cuatro casos de teratoma intrapericárdico que murieron, ninguno fue sometido a cirugía fetal, bien porque ya era tarde para que la enfermedad remitiera o porque los fetos estaban demasiado enfermos para beneficiarse de la intervención.
"La gestión de este tipo de teratomas antes del nacimiento es un reto, pero nos muestran que la supervivencia con buen resultado puede ser posible en algunos pacientes", ha asegurado Rychik.