MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
La operación de rodilla a la que se someterá el Rey próximamente requerirá, si no hay complicaciones, que Su Majestad permanezca las primeras 24 horas tras la intervención en reposo, pero podrá caminar sin ayuda "en pocas semanas", ha estimado en declaraciones a Europa Press el traumatólogo de referencia de la Clínica Ruber, Carlos Martí López Amor.
El doctor ha destacado que la artroplastia que se le practicará al jefe del Estado en la primera quincena de junio es una operación con "riesgos muy asumibles" y que culmina con éxito en pacientes de hasta 90 años de edad.
Tras aclarar que la Casa Real no se ha puesto en contacto con la Clínica Ruber para que Don Juan Carlos se opere allí, el doctor ha explicado que una artroplastia consiste en una intervención para reconstruir una articulación, que puede sustituirse por una prótesis o no.
Aun sin conocer el estado de la rodilla derecha de Su Majestad, el doctor considera más probable --por la edad y los antecedentes del Rey, que ya fue operado de esa misma rodilla en 1991 tras un accidente de esquí-- que se le coloque una prótesis.
Una artroplastia con colocación de prótesis se realiza con raquianestesia (inyección del anestésico en el conducto que contiene la médula espinal) y se prolonga normalmente durante una hora.
Tan sólo en un "dos por ciento" de los casos aparecen "complicaciones severas", como puede ser la intolerancia de una prótesis por infección, lo que obligaría a retirarla, iniciar un tratamiento con antibióticos y repetir la operación con posterioridad, continúa el doctor.
Si no hay ninguna complicación, el paciente normalmente permanece en reposo las 24 horas siguientes a la operación, pero a las 48 horas empieza con los ejercicios de rehabilitación y es capaz de andar. Tras cuatro o cinco días de ingreso clínico, se puede ir andando a su casa con la ayuda de unas muletas, que podrá abandonar en unas pocas semanas.
López Amor asegura que un paciente con la edad del Rey puede hacer "vida normal" tras una operación de este tipo, si bien no es aconsejable la práctica de deportes violentos como el fútbol. "Los límites los pone más la edad que la prótesis", comenta tras reconocer que algunos de sus pacientes juegan al tenis, al golf o incluso esquían tras haberse sometido a una intervención de estas características.