MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en su compendio de buenas prácticas en tuberculosis (TB) un programa piloto realizado en Áviles (Asturias) que, desde al año 2000, ha logrado disminuir de 84 a menos de 20 el número de casos en la ciudad asturiana. El descenso ha sido sostenido desde el inicio de la iniciativa en 2008.
La comunidad asturiana tiene un millón de habitantes y se divide en ocho áreas de salud, incluida la de Avilés, que tiene 160.000. Previamente a la realización del estudio de contactos en esta zona, el número de casos en Avilés había caído de los 84 casos en el año 2000 a los 32 en 2007, con solo casos esporádicos de TB multirresistente y que correspondieron a una incidencia de 52 y 20 casos por 100.000 habitantes, respectivamente.
Antes de 2008, año en que se detectaron 30 casos de TB, se realizaba el estudio de contactos de TB por parte de los servicios de Atención Primaria de esta comunidad, aunque de forma individual, sin registrar
los procedimientos ni los resultados del estudio. Posteriormente, se decidió formar un Grupo de Trabajo de Tuberculosis, compuesto por miembros de diferentes servicios asistenciales, con el objetivo de
organizar mejor la investigación de los contactos de pacientes con TB en un área de salud, así como de evaluar las dificultades en la implementación y el desarrollo de un programa de estudio de contactos.
"El Servicio de Salud Pública recopiló datos epidemiológicos. Atención hospitalaria (Neumología, Medicina Interna y Pediatría) se responsabilizó de los tratamientos para pacientes con TB. El Servicio de Microbiología se encargó de los estudios diagnósticos. Y Atención Primaria del estudio y tratamiento de los contactos", explica el doctor José María García-García, primer firmante del estudio de Avilés, neumólogo y director del Programa de Investigación Integrado en Tuberculosis de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Los responsables del estudio establecieron un período inicial de formación para reclutar el personal de salud apropiado y establecer un consenso sobre el protocolo del estudio. Se recopilaron datos en los contactos sobre la vacunación previa con BCG (Bacillus Calmette-Guérin), el tratamiento previo de TB, la prueba cutánea previa de tuberculina (TST) y la profilaxis previa, las características del contacto, los síntomas, radiografía de tórax y el diagnóstico de infección de TB (con TST y QuantiFERON).
LA CLAVE: COORDINACIÓN ENTRE TODOS LOS SERVICIOS
Además, también creamos un sitio web accesible a través de un nombre de usuario y contraseña para presentar datos y decisiones terapéuticas. Se celebraron conferencias semanales entre los miembros del programa que permitieron tomar decisiones sobre qué tipo de atención se debía ofrecer a los diferentes pacientes. "Lo más importante fue lograr la coordinación de todos estos servicios y llegar a ponernos de acuerdo sobre las pautas a recibir por las personas en contacto con
tuberculosis", argumenta García-García.
Para ello, se estableció la existencia de un coordinador general del plan y unos coordinadores de Atención Primaria, que estuvieron en contacto permanente entre sí y con todos los profesionales implicados durante todo el desarrollo del plan. "El programa de estudios de contactos ha demostrado ser muy útil. Prueba de ello es que comenzó en 2008 y se continúa estudiando sistemáticamente todos los contactos de pacientes con tuberculosis en el área de Avilés. Un aspecto muy importante es que hemos podido mantenerlo sin inyectar recursos adicionales", comenta.
Según los últimos datos disponibles en España, recogidos en el año 2016, se registraron 4.934 casos. La tasa de incidencia de TB fue de 10,46 casos por 100.000 habitantes, de acuerdo con los datos recogidos por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Por comunidades autónomas, se situaron en cabeza Cataluña, con 951 casos (12,83 por 100.000 habitantes); Madrid, con 673 (10,45 casos por
100.000 habitantes); Andalucía, con 658 (7,82 por 100.000 habitantes).
En el mundo, la TB sigue siendo una de las enfermedades más mortíferas. Se estima que cada día mueren 4.500 personas por esta enfermedad, y que en torno a 30.000 la contraen a diario, según datos
de la OMS. En cualquier caso, desde el año 2000 se han salvado 54 millones de vidas y se ha conseguido reducir la mortalidad un 54 por ciento.