MADRID 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que actualmente más del 5 por ciento de la población mundial, unos 360 millones de personas, tienen algún problema de pérdida de audición, pero avisa de que todavía hay muchos países que no tienen programas para prevenir o tratar estas dolencias.
Así se desprende además de los resultados de un estudio publicado por este organismo con motivo del Día Internacional de la Atención Otológica que se celebra este lunes 3 de marzo, que muestra como la mayor prevalencia de estos problemas de audición se da en la región del Asia Pacífico y Meridional, y el África Subsahariana.
Aproximadamente la mitad de todos estos problemas de audición son fácilmente prevenibles o tratables, y en los mayores de 65 años la incidencia es mucho mayor, ya que uno de cada tres ciudadanos de este grupo de edad sufre una pérdida auditiva discapacitante.
En los pacientes más jóvenes, una de las principales causas de la pérdida de audición, sobre todo en países de bajos y medianos ingresos, son las infecciones de oído que no reciben tratamiento. Asimismo, enfermedades prevenibles como la rubéola, la meningitis, el sarampión o las paperas también pueden provocar una pérdida de audición.
Pese a ello, el informe de la OMS ha revelado que sólo 32 de los 76 países que participaron en su estudio cuentan con planes y programas para prevenir y controlar las enfermedades del oído y la pérdida auditiva que puede provocar.
Según este organismo de Naciones Unidas, gran parte del personal sanitario carecen de formación, y las autoridades sanitarias de cada país apenas disponen de datos o planes nacionales para abordar las necesidades de quienes padecen estos problemas. La brecha entre las necesidades de los afectados y los servicios disponibles es mayor en los países del África subsahariana.
"Esto es una clara llamada de atención a los gobiernos para que inviertan en el cuidado de la audición, especialmente a nivel comunitario y en Atención Primaria", ha defendido Etienne Krug, director del Departamento de Violencia y Prevención de los Traumatismos y la Discapacidad de la OMS.
Entre las recomendaciones que da la OMS para proteger el oído están reducir la exposición al ruido, no escuchar música a niveles muy elevados, evitar introducir objetos en el oído (determinados auriculares, o bastoncillos, etc.) y mejorar el diagnóstico precoz de estos problemas. Para ello también sería clave implantar programas infantiles de cribado, para detectar la pérdida de audición desde edades tempranas.
Los planes nacionales que ya tienen en marcha algunos países pueden servir de modelo para quienes aún carecen de estrategias para abordar la pérdida auditiva discapacitante, pero desde este organismo de Naciones Unidas recuerdan que también deben adaptarse a las necesidades de sus ciudadanos.