MADRID, 26 Jul. (INFOSALUS) -
Cada año siguen muriendo en todo el mundo cerca de 1,5 millones de personas a causa de las hepatitis virales --grupo de enfermedades infecciosas formadas por la hepatitis A, B, C, D y E--, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a hacer un llamamiento a "actuar ya" y prevenir estas infecciones.
Con motivo del Día Mundial de estas patologías que se celebra el próximo 28 de julio, este organismo de Naciones Unidas y sus asociados harán un llamamiento a los gobiernos nacionales, los profesionales sanitarios y a la sociedad en general para tomar medidas y evitar nuevos contagios y fallecimientos.
En mayo de 2014, los delegados de 194 gobiernos adoptaron durante la Asamblea Mundial de la Salud una resolución destinada a promover la acción mundial para prevenir, diagnosticar y tratar la hepatitis viral. El objetivo ahora es promover nuevas iniciativas centradas en la prevención de las hepatitis B y C, las que suponen una mayor carga sanitaria en términos de mortalidad, ya que pueden causar una infección de por vida (infección crónica) que conduzca eventualmente a la aparición de cirrosis hepática y cáncer.
De hecho, la hepatitis crónica es la principal causa de cirrosis hepática y cáncer en todo el mundo.
Entre los mensajes que pretende promover la OMS está la necesidad de conocer los riesgos de contagio, a través del contacto con sangre infectada, inyecciones poco seguras y el intercambio de material sanitario.
En este sentido, reclaman el uso de jeringuillas seguras ya que se estima que cada año unos dos millones de personas contraen la hepatitis a través de inyecciones "peligrosas", algo que podría prevenirse con jeringuillas estériles y desechables.
También en el ámbito de la prevención, abogan por vacunar a la población pediátrica y lamentan que actualmente se sigan produciendo unas 780.000 muertes anuales por hepatitis B pese a existir una vacuna segura y eficaz.
Entre los mensajes clave de la OMS también está la importancia de prevenir estas enfermedades favoreciendo la realización de pruebas diagnósticas, y la necesidad de expandir el uso de aquellos medicamentos eficaces que actualmente permiten tratar la hepatitis B y curar la C.