GINEBRA, 3 Sep. (Reuters/EP) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado el pasado viernes que los esfuerzos para detener un brote de ébola en República Democrática del Congo parecen estar funcionando, aunque ha añadido que aún existen riesgos sustanciales.
Hasta el momento, el brote ha acabado con la vida de 77 personas en las provincias de Kivu del Norte e Ituri de los 116 casos, entre los que se encuentran 15 trabajadores sanitarios.
"Las tendencias recientes sugieren que las medidas de control están funcionando", ha afirmado la OMS en un comunicado, citando mejores cifras para hallar contactos de los pacientes, tratamiento rápido de pacientes con ébola con medicamentos terapéuticos y vacunas de personas en riesgo.
Un brote anterior en República Democrática del Congo este año se frenó rápidamente, a pesar de la ubicación remota y el terreno difícil.
El último brote presenta un desafío diferente, que ocurre en una zona más densamente poblada con decenas de grupos armados. Algunas zonas están prohibidas para los trabajadores sanitarios debido a los riesgos de seguridad, por lo que es más difícil acabar con cada caso de ébola mediante la vacunación de todos los contactos del paciente.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió este miércoles de que era demasiado pronto decir si el brote fue estable debido a la dificultad de identificar nuevos casos cerca de las zonas controladas por rebeldes.
"Persisten riesgos sustanciales, planteados por posibles cadenas de transmisión no documentadas", ha afirmado el comunicado de la OMS este viernes, y ha añadido que cuatro de los 13 nuevos casos sospechosos y confirmados en la última semana no tenían contacto con ningún paciente con ébola.
También hubo riesgo de prácticas inhumanas de enterramiento y la renuncia de las personas a aceptar el estudio de contactos, la vacunación y la atención médica, así como los estándares deficientes en algunos centros de salud y los retrasos en hacer que los pacientes reciban tratamiento.