MADRID 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en cerca de 27 millones el número de drogodependientes, para quienes reclama un mejor acceso a los servicios de salud, sobre todo teniendo en cuenta que en sólo 82 países cuentan actualmente con programas de salud específicos para drogodependientes.
"La drogodependencia es un trastorno que se puede tratar con eficacia pero, por desgracia, la gran mayoría de quienes lo necesitan no tienen acceso a una terapia adecuada", ha denunciado el profesor Shekhar Saxena, director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancia de esta organismo de Naciones Unidas.
No obstante, este experto reconoce que cada vez hay más países que se están mentalizando de los beneficios de tratar la adicción a las drogas y al alcohol, "no sólo para los propios afectados sino para la sociedad y la economía".
Saxena ha hecho estas declaraciones durante la presentación del Observatorio de recursos para la prevención y el tratamiento de trastornos asociados al consumo de sustancias, una base de datos en la que tratan de recopilar datos de financiación, personal y servicios destinados a este ámbito.
Dichos datos, sin embargo, muestran como la disponibilidad del tratamiento de la drogodependencia está "muy por debajo del que se ofrece para otras enfermedades", según ha reconocido Vladimir Poznyak, coordinador de la Gestión del equipo de Uso de Sustancias de la OMS.
"Por ejemplo, sólo el 45 por ciento de los países evaluados son capaces de proporcionar medicamentos esenciales para tratar la adicción a la heroína y otros opiáceos, y en casi la mitad de los países donde el tratamiento está disponible sólo se beneficia una de cada 5 personas", ha explicado.
Además, la OMS asegura que la drogodependencia es un trastorno que puede tratarse eficazmente con medicamentos de bajo coste y terapias psicológicas ya estandarizadas.
En este sentido, ha destacado el tratamiento de la dependencia de la heroína, que ha sido muy exitoso para combatir la reducción de infecciones por VIH, la delincuencia y el riesgo de muerte por sobredosis.