MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aconsejado a los pacientes, con motivo del aumento de los casos de resistencias a los antibióticos, que no presionen a sus médicos para que les receten estos medicamentos.
"Se trata de un problema del que casi nadie se libra, pues cada vez que una persona toma antibióticos, aumentan las posibilidades de que las bacterias presentes en su cuerpo se hagan resistente a ellos. Pero, además, los antibióticos llegan al cuerpo humano también por otras vías, como la carne o sus derivados y otros alimentos que consumimos", ha dicho.
El resultado, prosigue, es que las infecciones causadas por estas bacterias supervivientes no son tratables con ningún antibiótico disponible y se convierten en incurables, causando la muerte del paciente. De hecho, los datos revelan que el número de muertes y discapacidades atribuibles a este fenómeno está en constante crecimiento.
Además, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), usar demasiados antibióticos, tanto en humanos como en animales de granja destinados a la producción de alimentos, se ha convertido en el origen de la emergencia sanitaria más grave a escala planetaria: la resistencia a los antibióticos.
"Las autoridades sanitarias llevan tiempo elaborando planes y estrategias para valorar y afrontar este problema. En España, se ha creado un Plan Nacional de Resistencias de Antibióticos, en el que OCU ha participado, y en el que, entre otras cosas, se trata de mejorar los programas de prevención de infecciones en el entorno sanitario, donde las probabilidades de que haya bacterias resistentes y adquirir una infección no tratable son muy elevadas", ha recordado al organización.
Finalmente, la OCU ha recomendado a aquellos pacientes que finalmente tengan que seguir un tratamiento con antibióticos seguir cuidadosamente las indicaciones de su médico y completar el tratamiento prescrito, e informar al médico y notificar a través del sistema de farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios cuando el antibiótico provoque algún efecto adverso.