MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU Singapur) y la Universidad de Waseda en Japón, ha descubierto que los desechos de soja fermentada, u okara, podrían mejorar el metabolismo de las grasas y mitigar los efectos de la obesidad inducida por la dieta.
El estudio, que se ha publicado en la revista 'Metabolites', ha demostrado en ratones que una dieta alta en grasas complementada con okara fermentada permite ganar menos masa corporal y tener niveles más bajos de grasa y colesterol después de tres semanas, en comparación con ratones con la misma dieta pero no alimentados con okara fermentada.
De esta manera, los científicos esperan que sus hallazgos puedan allanar el camino para que la okara fermentada se integre algún día en los alimentos saludables, abordando los problemas de desperdicio de alimentos y obesidad al mismo tiempo.
"Usando un proceso similar al que se usa para producir miso y salsa de soya, fermentamos okara y se lo dimos de comer a los ratones. en una dieta rica en grasas. Tres semanas después, encontramos que estos ratones ganaron menos peso en comparación con los ratones con una dieta alta en grasas pero sin okara fermentada. Los ratones que fueron alimentados con okara fermentada también tenían menos grasa y niveles más bajos de colesterol", ha asegurado el coautor principal del artículo, Ken Lee.
Para mejorar el perfil nutricional de la okara, el equipo de investigación de la NTU y Waseda primero han fermentado la okara recolectada de un fabricante de beancurd de Singapur mediante un proceso que se utiliza tradicionalmente en los países asiáticos para elaborar productos alimenticios de soja fermentada como el miso, la salsa de soja y el tempeh.
Así, han descubierto que la okara fermentada tenía más proteínas y un contenido fenólico total más alto, una indicación de mayores propiedades antioxidantes, y menos fibra dietética insoluble.