MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con obesidad "siguen siendo culpabilizados, estigmatizados e incomprendidos", y, además, "carecen de la financiación de los fármacos que han demostrado eficacia y seguridad", ha lamentado el presidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), Francisco Tinahones, para añadir que esta enfermedad "sigue estando infravalorada y maltratada".
Sin embargo, la obesidad sigue registrando aumentos considerables en sus tasas de prevalencia, tanto en la población adulta como, especialmente, en la infantil y juvenil. Además, "la evidencia la sitúa como una enfermedad 'total', que "afecta negativamente a prácticamente a todos los órganos y sistemas del organismo", según ha apuntado el doctor Tinahones en el marco del XVII congreso de la sociedad científica.
OBESIDAD Y FUNCIÓN COGNITIVA
Asimismo, diferentes sesiones y presentaciones se han centrado en desvelar las evidencias que asocian la presencia de obesidad con una afectación de la función cognitiva e, incluso, con el desarrollo de importantes trastornos mentales. Según admite el presidente de la SEEDO, "hay más porcentaje de depresión y ansiedad en los pacientes con obesidad, y parece existir también un mayor riesgo de deterioro neurocognitivo en estas personas".
Tradicionalmente, la obesidad se ha investigado poniendo el foco en las complicaciones relacionadas con el acúmulo excesivo de tejido adiposo a nivel abdominal, como el hígado graso o la propia diabetes. "Pero no debe olvidarse que la obesidad es una enfermedad global, que afecta a toda la economía de nuestro organismo, incluyendo al sistema nervioso central", aclara el doctor Albert Lecube, vicepresidente de la SEEDO, quien recuerda que "a estas complicaciones no se les suele prestar la debida atención, pero condicionan extremadamente la calidad de vida de los pacientes y sus relaciones".
Así, la conferencia de clausura, impartida por el doctor José Manuel Fernández Real, ha permitido conocer los nuevos factores implicados en la cognición en el paciente con obesidad y entender la relación existente entre obesidad y el deterioro de la memoria.
En este sentido, sus estudios han conseguido cambiar rasgos de memoria en ratones mediante el trasplante de microbiota procedente de pacientes, lo que pone de manifiesto el potencial interés de modificar la microbiota con finalidades terapéuticas en pacientes obesos con alteraciones cognitivas.
"Estos trabajos son importantes para llegar a comprender por qué las personas con obesidad podrían tener un peor rendimiento en las funciones ejecutivas, más allá de las complicaciones metabólicas asociadas a la obesidad, incorporando a la microbiota intestinal como diana de posibles tratamientos en el futuro", subraya María del Mar Malagón, presidenta electa de SEEDO.
AUGE DE LA INVESTIGACIÓN TRASLACIONAL
Esta reunión de expertos en obesidad también ha servido para hacer énfasis en la investigación traslacional que, en palabras de María del Mar Malagón, "ha caminado junto a la investigación clínica en los avances conseguidos en el ámbito de la salud en general y de la obesidad en particular".
A su juicio, "esta unidad y transversalidad básico-clínica no debe ser una excepción frente a una situación extraordinaria"; de hecho, anima a que "se asuma como la estrategia más eficaz para asegurar la salud de las personas, incluyendo a aquellas que sufren obesidad".
Precisamente esta relación está detrás de los avances que están surgiendo los últimos años en el manejo de la obesidad. "Gracias al mejor conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo de la obesidad, estamos viendo la luz en cuanto a la aparición de posibilidades terapéuticas", reconoce la investigadora Malagón, para recordar que "la obesidad ha sido clásicamente una enfermedad prácticamente huérfana de tratamientos farmacológicos".
"Ya disponemos de tratamientos que consiguen pérdidas de peso del 5-10 por ciento en un porcentaje elevado de pacientes, casi el 50 por ciento de ellos", subraya esta experta; con todo, "el futuro aún es más esperanzador, basado en moléculas que combinan más de un mecanismo de acción, que nos acercarán aún más a la opción que hasta ahora consigue los mejores resultados: la cirugía bariátrica".
Con todo, el manejo de la enfermedad debe orientarse a mantener unos correctos hábitos nutricionales y un suficiente grado de actividad física, apoyarse en el uso de fármacos, y corrigiendo otros factores precipitantes, incluyendo suficientes horas de sueño, disminuyendo el grado de estrés y normalizando los horarios.
IMPACTO DE LA PANDEMIA EN LA CIRUGÍA DE LA OBESIDAD
Por otro lado, en una sesión dirigida por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), se ha puesto de manifiesto el impacto negativo que ha tenido la pandemia de coronavirus en las cirugías bariátricas en España.
"Durante el tiempo que llevamos de pandemia se han incrementado las listas de espera para cirugía bariátrica, que en muchos territorios es de años y es que las listas de espera de cirugía bariátrica no se priorizan en muchas zonas de España", denuncia el presidente de SEEDO, quien considera que "este hecho entronca con la falta de consideración de la obesidad como una enfermedad que debe ser tratada como el resto".