MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Waterloo (Canadá) han desarrollado una nueva forma de prevenir y tratar la clamidia, la infección bacteriana de transmisión sexual más común en el mundo. El nuevo tratamiento difiere del antibiótico tradicional, ya que es un tipo de terapia génica que se administra a través de la nanotecnología y muestra una tasa de éxito del 65 por ciento en la prevención con solo una dosis.
"A medida que la resistencia a los antibióticos continúa desarrollándose, las personas pueden experimentar infecciones por clamidia que no pueden ser tratadas por medios convencionales, lo que está causando crecientes problemas de salud pública. Si no se trata o si el tratamiento dura un período de tiempo prolongado, puede causar infertilidad y otros problemas reproductivos, por lo que es importante encontrar nuevas formas de tratar esta infección común", justifica uno de los autores de la investigación, Emmanuel Ho.
El nuevo tratamiento creado en el laboratorio de Ho apunta a la infección por clamidia al evitar que la mayoría de las bacterias entren en las células del tracto genital y destruyan cualquier bacteria que pueda penetrar en la pared celular. El equipo pudo lograr esto utilizando un pequeño ácido ribonucleico interferente (ARNip) para atacar un gen específico llamado PDGFR-beta en el tracto reproductivo femenino, que crea una proteína que se une a la bacteria 'Chlamydia'.
"Al apuntar a PDGFR-beta, podemos detener la creación de la proteína que la clamidia usará para ingresar a las células de la piel del tracto genital. Como resultado, una infección tiene menos objetivos a los que agarrarse y es menos probable que ocurra", asegura el investigador.
Si 'Chlamydia' puede unirse a las células e ingresar a ellas, el tratamiento con nanomedicina está diseñado para activar la autofagia, un proceso celular en el que las células de la piel infectadas pueden formar una burbuja alrededor de esa bacteria y destruirla.
Por sí solo, el ARNip no puede ingresar a las células de la piel para reducir la expresión de PDGFR-beta y evitar la unión de la clamidia. La nueva terapia génica utiliza una nanopartícula única que permite que ARNip ingrese a las células, reduzca la capacidad de 'Chlamydia' para unirse y destruir las bacterias invasoras y evitar que la enfermedad se propague.