La profesora Ikerbasque del Instituto Biofisika Banafshe Larijani lidera el equipo internacional que ha desarrollado la herramienta
BILBAO, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo internacional liderado por la doctora Banafshe Larijani, investigadora Ikerbasque adscrita al Instituto Biofisika (UPV/EHU, CSIC), ha desarrollado un nuevo método de diagnóstico que permite
pronosticar con precisión qué pacientes de cáncer responderán positivamente a la inmunoterapia, según ha informado la Universidad del País Vasco.
En un comunicado, la UPV/EHU ha indicado que este método permitirá a los oncólogos adecuar el tratamiento a cada paciente y evitar las terapias que no vayan a tener éxito.
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que ayuda al sistema inmunológico del paciente a combatirlo y tiene un impacto profundamente positivo en los tratamientos oncológicos, si bien no funciona en todos los casos, de forma que tiene mucho éxito en algunos pacientes, mientras que en otros tiene poco o ningún efecto, han explicado desde la universidad pública vasca.
Dados los riesgos "inherentes" a estos procedimientos, ha precisado, se ha establecido "una necesidad creciente de definir qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse, evitando la exposición innecesaria a aquellos que no lo harán".
En el grupo liderado por la doctora Larijan, quien también es directora del Centro de Innovación Terapéutica (CTI) de la Universidad de Bath (Reino Unido), han colaborado colegas de otros centros en Euskadi (Biocruces, PIE, BCAM), europeos y la empresa FASTBASE Solutions Ltd.
La nueva herramienta de pronóstico ha sido desarrollada utilizando una plataforma de microscopía avanzada que identifica las interacciones de las células inmunes con las células tumorales y también informa
sobre el estado de activación de los puntos de control inmunitarios que amortiguan la respuesta antitumoral.
El equipo de la doctora Larijan, que ha publicado su hallazgo en la revista 'Cancer Research', ha analizado un punto de control inmunológico. En una persona sana, estos puntos de control
regulan estrechamente la respuesta inmunitaria del cuerpo, actuando como un interruptor para prevenir enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
En concreto, ha explicado la universidad, el punto de control inmunológico analizado consta de dos proteínas: PD-1 (presente en células inmunitarias llamadas linfocitos T) y PD-L1 (presente en otros tipos de células inmunitarias y en la superficie de muchos tipos diferentes de tumores).
"Por lo general, cuando el PD-1 en la superficie de los linfocitos T se acopla con el PD-L1 en la superficie de otras células inmunes, apaga eficazmente la función inmunológica de la célula T. Y eso es lo que hacen las células tumorales: al expresar PD-L1 en su superficie, activan PD-1 en el linfocito T, con lo que desactivan su función antitumoral y permiten la supervivencia y el crecimiento del tumor", ha descrito.
Los inhibidores empleados en la inmunoterapia funcionan interrumpiendo la interacción entre el PD- L1 en el tumor y el PD-1 en la célula T, y así restablecen la actividad antitumoral del paciente. Esta nueva herramienta determina el alcance de la interacción PD-1 / PD-L1 en una biopsia del tumor, prediciendo si es probable que la terapia con inhibidores del punto de control tenga un beneficio clínico significativo.
"Actualmente, las decisiones sobre si proceder con el tratamiento con inhibidores de puntos de control se basan simplemente en si PD-1 y PD-L1 están presentes en las biopsias, más que en su estado funcional. Sin embargo, nuestro trabajo ha demostrado que es mucho más importante saber que las dos proteínas realmente interactúan y, por lo tanto, es probable que tengan un impacto funcional en la supervivencia del tumor"", ha indicado la profesora Larijani.