MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Instituto de Patología del Hospital Universitario de Bonn (Alemania) ha determinado que la metilación del ADN del gen PITX2 podría convertirse en prometedor biomarcador del cáncer de próstata para determinar con precisión el riesgo de recaída de cada paciente a partir de pequeñas muestras de tejido obtenidas mediante una biopsia, según un estudio publicado en 'The Journal of Molecular Diagnostics'.
Actualmente el antígeno prostático específico (PSA) y otros biomarcadores son claves para diagnosticar y monitorizar el cáncer de próstata. Sin embargo, todavía no hay biomarcadores para identificar selectivamente a los pacientes con alto riesgo de recurrencia, los que podrían beneficiarse de una cirugía y en los que resulta más apropiado mantener una vigilancia activa.
Sin embargo, ha reconocido Glen Kristiansen, autor de este trabajo, estudios previos ya apuntaban a que la metilación aberrante del gen PITX2 podía convertirse en un fuerte marcador pronóstico frente a otros tumores como los de mama o pulmón.
En el caso del cáncer de próstata, varios estudios han demostrado que la hipermetilación de PITX2 es un marcador pronóstico independiente de la recurrencia bioquímica después de la prostatectomía radical pero este es el primer trabajo que determina que la metilación del PITX2 puede usarse para la evaluación individualizada del riesgo de cáncer de próstata usando tejido de una biopsia central.
Los investigadores midieron los niveles de biomarcadores de metilación PITX2 utilizando un ensayo cuantitativo de PCR en tiempo real en 24 muestras de tumores, 24 tejidos de próstata adyacente normal y 22 muestras con hiperplasia benigna de próstata. Y vieron que la metilación del PITX2 era significativamente más alta en muestras de cáncer en comparación con los otros dos tipos de tejidos analizados. "Discrimina entre el cáncer de próstata y el tejido no tumoral", admite Kristiansen.
Los investigadores examinaron entonces si la metilación del PITX2 podía predecir además la recidiva bioquímica en un grupo de 300 pacientes con cáncer de próstata sometidos a una prostatectomía radical, observando que cuando la metilación era alta el riesgo de recurrencia era significativamente mayor.
Y, posteriormente, el biomarcador se aplicó a las biopsias de 32 pacientes con cáncer de próstata y 31 pacientes con enfermedad prostática benigna. Con la biopsia más clásica, que se realiza insertando una aguja en la próstata para extraer un pequeño cilindro de tejido, los investigadores descubrieron que el 95 por ciento de las 753 muestras de biopsia de los 63 pacientes podrían ser analizadas. Y la metilación del PITX2 fue significativamente mayor en las biopsias tumorales positivas y fuertemente correlacionada con la gravedad del cáncer de próstata, como se indica en el sistema de clasificación de la Sociedad Internacional de Patología Urológica.
Kistiansen admite que es clave saber si un paciente con cáncer de próstata con un PSA elevado debe ser tratado con tratamiento farmacológico, radioterapia o cirugía, especialmente ante la preocupación por los efectos secundarios que puede tener la operación para estos pacientes, de ahí la importancia de este hallazgo.