MADRID 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un informe de progreso del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) advierte de que 9 países europeos de los 55 estudiados, entre los que se encuentran también países asiáticos, identificaron una prevalencia "relativamente alta" de VIH (más de 2 casos por cada 1.000 habitantes) entre sus trabajadores sexuales en 2022, suponiendo un "motivo de preocupación".
Este seguimiento de la implementación de la 'Declaración de Dublín', centrado en la lucha contra el VIH/SIDA en Europa y Asia Central, revela que en Estonia, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia hubo una prevalencia de más de 20 casos de VIH por cada 1.000 habitantes; y en Bélgica, Bulgaria, Serbia, Montenegro y Albania, de 2 a 20 casos por cada 1.000.
En consecuencia, el informe manifiesta una variación significativa de la prevalencia del VIH entre las poblaciones de trabajadores sexuales en toda la subregión, desde el 0,3 por ciento en Bulgaria al 13 por ciento en Estonia.
Asimismo, el seguimiento notifica que la tasa de trabajadores sexuales por cada 100.000 habitantes también varía notablemente, desde 20 por cada 100.000 habitantes en Irlanda a 820 por 100.000 habitantes en Moldavia.
Ante este contexto, el ECDC defiende que "la falta de implementación de programas adecuados de pruebas de VIH e ITS dirigidos a trabajadores sexuales en toda la región no respalda las medidas de salud pública asociadas con el tratamiento rápido del VIH", es decir, no poder transmitir el VIH cuando la carga viral es indetectable.
Además, afirman que los datos sobre asesoramiento sobre sexo seguro y uso de condones "son casi inexistentes", y que cuando se brindan "la cobertura es deficiente", provocando que los trabajadores sexuales no reciban educación sobre cómo prevenir la transmisión a través de estos canales.
Entre las medidas propuestas, el ECDC destaca la eliminación del coste de la PrEP con el fin de crear nuevas posibilidades de prevención en situaciones en las que no pueden negociar el uso del condón ya que, afirman, "los trabajadores sexuales tienen más probabilidades de ser marginados económicamente".
No obstante, desde la organización denuncian que sigue habiendo una "cantidad muy limitada de datos sobre la continuidad de la atención", suponiendo la existencia de "barreras para lograr la supresión viral entre la población de trabajadores sexuales en cada etapa de la continuidad: diagnóstico, acceso al tratamiento y supresión viral para quienes están en tratamiento".