MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La evolución de las técnicas de cirugía oral y maxilofacial han permitido a los pacientes que sufren traumatismos faciales complejos o secuelas de cirugía por cáncer recuperar sus dientes sin dificultad, según ha asegurado la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), que este sábado va a participar en Madrid en el 'Salón Dental de la Implantología'.
De hecho, uno de los avances que ha permitido la rehabilitación del maxilar atrófico ha sido la utilización de los implantes cigomáticos, con los que ya no es necesario tener hueso en el maxilar para disponer de piezas dentales el mismo día de la cirugía, ya que se anclan en el hueso cigomático (el pómulo).
"Son implantes extralargos, entre 35 y 55 milímetros, por lo que evitan la necesidad de realizar injertos óseos de otras partes del cuerpo con lo que hace menos dolorosa la intervención para el paciente", ha comentado el miembro de SECOM, Eduardo González Cardero.
Y es que, la ausencia de hueso alveolar impide la colocación de los implantes por lo que tradicionalmente se ha recurrido a los injertos óseos, una de las técnicas más utilizadas para la reconstrucción de los maxilares. En estas intervenciones, según ha aseverado el experto, se busca un doble objetivo: la colocación de dientes fijos para una adecuada masticación y un rejuvenecimiento facial al dar de nuevo proyección a los labios y el tercio inferior de la cara".