MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La monotorización neurofisiológica intraoperatoria es una de las nuevas técnicas en neurocirugía más exitosa porque "asiste al equipo quirúrgico en la toma de decisiones permitiendo disminuir la incidencia de daño neurológico permanente durante el postoperatorio", ha destacado el neurocirujano y director de la Unidad de Cirugía RGS, Rafael García Sola.
Se trata de una subespecialidad de la neurofisiología que "nos permite mantener una constante vigilancia con el registro de la integridad funcional de diferentes estructuras del sistema nervioso central y periférico durante procedimientos quirúrgicos donde hay riesgo de daños irreversibles", añade el experto.
Su introducción en los quirófanos ha permitido identificar precozmente el daño neurológico, facilitar la realización de cirugías de alto riesgo de lesión neurológica que en otras circunstancias no se llevarían a cabo y, finalmente, dar seguridad al cirujano y al paciente durante el procedimiento.
PREVIENE EL DAÑO DEFINITIVO
Esta técnica permite prevenir el daño definitivo de estructuras nerviosas; reconocer durante el procedimiento estructuras difícilmente identificables por otros métodos; definir la severidad del daño ocurrido; advertir que la estructura ha sido manipulada de tal forma que puede resultar en daño permanente, y diferenciar correctamente un nervio del tejido circundante.
En la actualidad se aplica en intervenciones de neurocirugía, como la resección de tumores cerebrales o medulares; epilepsia; en traumatología; radiología intervencionista; cirugía general, y otorrinolaringología.