MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos han desarrollado un análisis de sangre para el cáncer de mama capaz de identificar qué pacientes van a sufrir una recaída después del tratamiento, meses antes de que los tumores sean visibles en las exploraciones del hospital. La prueba puede descubrir un pequeño número de células cancerosas residuales que han resistido al tratamiento del cáncer mediante la detección de ADN en el torrente sanguíneo.
CÁNCER DE MAMA
Los autores de este test, científicos del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres y 'Royal Marsden NHS Foundation Trust', en Reino Unido, consiguieron rastrear las mutaciones clave que el cáncer acumula a medida que se desarrolla y extiende, sin la necesidad de procedimientos invasivos de biopsia. Tienen la esperanza de que al descifrar el código del ADN encontrado en muestras de sangre, debe ser posible identificar las mutaciones en particular que puedan resultar letales para el paciente y, en consecuencia, el tratamiento a medida.
El estudio, publicado en la revista 'Science Translational Medicine', es un paso importante hacia el uso de "biopsias líquidas" para revolucionar el tratamiento del cáncer de mama, al cambiar la forma de monitorizar el cáncer en la clínica y las decisiones de tratamiento. La investigación recibió fondos de una serie de organizaciones, como el Centro de Investigación Biomédica NIHR en el Royal Marsden y el Instituto de Investigación del Cáncer (ICR), 'Breast Cancer Now' y 'Cancer Research UK'.
Los investigadores tomaron muestras de sangre y de tumores de 55 pacientes con cáncer de mama con enfermedad en estadio temprano que habían recibido quimioterapia seguida de cirugía y que, potencialmente, se habían curado de su enfermedad. Mediante el control de pacientes con pruebas de sangre tomadas tras la cirugía y luego cada seis meses, los autores fueron capaces de predecir con mucha precisión quién sufriría una recaída.
Las mujeres que dieron positivo en cuanto a ADN tumoral circulante estaban en 12 veces más de riesgo de recaída que las que dieron negativo y el regreso de su cáncer se detectó un promedio de 7,9 meses antes de que surgieran signos visibles. Los expertos utilizaron una técnica llamada 'seguimiento de mutación', desarrollando una prueba de PCR digital que fue personalizada para las mutaciones encontradas en el cáncer de un paciente individual, con el fin de identificar ADN tumoral en el torrente sanguíneo.
Como expertos de ICR y Royal Marsden estaban buscando mutaciones comunes a muchos tipos de cánceres de mama, encontraron que la prueba podría aplicarse a todos los subtipos de cáncer de mama. La investigación también mostró cómo las mutaciones genéticas se acumulan en el cáncer conforme éste se desarrolla con el tiempo y a medida que las células cancerosas restantes crecen y se propagan.
Esto refuerza la importancia de detectar la recurrencia temprana para que los pacientes puedan recibir tratamiento antes de que las mutaciones adicionales surjan y hagan la enfermedad más difícil de tratar. "Hemos demostrado cómo un simple análisis de sangre tiene el potencial de predecir con precisión qué pacientes de cáncer de mama tendrán una recaída, mucho antes de lo que podemos actualmente", destaca el líder del estudio, Nicholas Turner, jefe del Equipo en Oncología Molecular en el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres y oncólogo en el 'Royal Marsden NHS Foundation Trust'.
"También utiliza los análisis de sangre para construir una imagen de cómo el cáncer ha ido evolucionando con el tiempo y esta información podría ser muy valiosa para ayudar a los médicos a seleccionar los medicamentos idóneos para tratar el cáncer", añade este experto, quien matiza que costará unos años que esta prueba esté disponible en los hospitales. "Todavía hay desafíos en la implementación de esta tecnología, pero la PCR digital es relativamente rentable y la información que ofrece podría marcar una diferencia real para los pacientes con cáncer de mama", afirma.