MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha presentado en su 33 Congreso una prueba que consigue diagnosticar en menos de una hora el traumatismo craneoencefálico (TCE).
Esta nueva prueba de laboratorio, realizada en plasma y que identifica los dos biomarcadores específicos cerebrales, la Proteína Ácida Fibrilar Glial (GFAP) y la Ubiquitina C terminal Hidroxilasa-L (UCH-L1), supone una herramienta "muy valiosa como ayuda en el diagnóstico del TCE leve, de forma rápida y eficaz", han resaltado desde SEMES a través de un comunicado.
Concretamente, GFAP y UCH-L1 son biomarcadores específicos cerebrales que se expresan en los astrocitos y en las neuronas, respectivamente. Además, la UCH-L1 representa el 1-2 por ciento de la proteína cerebral total, siendo una de las proteínas más abundantes en el cerebro. Su diferente origen y su diferente cinética permite evaluar el traumatismo craneoencefálico en fase aguda y ha demostrado un gran valor para confirmar la ausencia de lesiones intracraneales, con un valor predictivo negativo del 99,3 por ciento.
Estos dos biomarcadores pueden ser solicitados desde el servicio de Urgencias al laboratorio clínico, al estar disponibles a través de un test, aprobado en Estados Unidos y con Conformidad Europea (marcado CE).
Así, por primera vez, se dispone de una prueba de laboratorio que, realizada en adultos mayores de 18 años en las 12 primeras horas desde el traumatismo, podría predecir la ausencia de LIA visualizadas en una TC y reducir la realización de TC craneales innecesarios hasta en un 40 por ciento.
"La mayoría de los laboratorios en España estamos preparados para poder realizar el test e informar los resultados de la prueba a los servicios de Urgencia con la máxima fiabilidad en menos de una hora", ha asegurado el jefe de servicio de Bioquímica Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Ignacio Arribas.
"Con la evidencia de la que disponemos hasta la fecha, la incorporación de esta prueba a la práctica clínica podría suponer un cambio de paradigma, acortando los tiempos de espera del paciente y mejorando su evaluación", ha añadido Francisco Temboury, facultativo del servicio de Urgencias del Hospital Universitario Virgen de la Victoria.
Desde SEMES, a través de un grupo multidisciplinar de 14 profesionales sanitarios expertos en el abordaje del TCE leve, se ha buscado homogenizar el manejo de estos pacientes en España emitiendo una recomendación de uso según perfil de paciente y un flujograma del manejo para pacientes con TCE leve.
"Comenzamos el proyecto en diciembre de 2022. En una primera fase inicial revisamos la situación actual e identificamos los principales retos, para abordar una segunda fase de análisis, y finalmente dos encuentros para discutir conclusiones, y elaborar un informe final que incluye recomendaciones de uso según perfil de paciente, que esperamos que sean útiles en el manejo del paciente con TCE leve", ha afirmado el doctor Francisco Moya, que lidera este comité.
Estas nuevas recomendaciones buscan proporcionar una guía clara y sencilla para los profesionales de Urgencias en el manejo de pacientes con TCE leve, e incorporan la nueva prueba de laboratorio como una herramienta clave y complementaria durante la evaluación de estos pacientes.
Así, recomienda solicitar esta prueba en pacientes con GCS 13, GCS 14 o GCS 15 que presenten síntomas y/o factores de riesgo. "Esta prueba nos proporciona resultados cuantificables y objetivos que nos ayudan en la toma de decisiones, dándonos más confianza. Nos permite optimizar recursos y costes, reducir la exposición a la radiación y la sobrecarga del servicio de Urgencia y mejorar la satisfacción, cuidado y evaluación del paciente", ha concluido Temboury.
EL TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
El TCE se considera una 'epidemia silente', registrando entre 50 y 60 millones de nuevos casos al año en todo el mundo, de los cuales más del 90 por ciento son TCE leve.
Actualmente, la tomografía computarizada (TC) craneal es la herramienta de diagnóstico estándar para evaluar la lesión intracraneal de pacientes con algún grado de TCE leve.
Existen procedimientos y guías sobre el manejo de estos pacientes, pero los urgenciólogos apuntan que la preocupación por la presencia de una lesión intracraneal aguda (LIA) que pueda necesitar intervención neuroquirúrgica, junto a la falta de herramientas para determinar su estado neurocognitivo y de un acuerdo sobre a qué pacientes con TCE leve se debe realizar un TC, ha propiciado "un aumento exponencial de las peticiones de TC".
"Esto, junto al aumento de costes asociados, la saturación de los servicios implicados y los riesgos de la exposición a la radiación ha llevado a cuestionar el uso generalizado de la TC craneal en esta lesión", han añadido estos expertos.