Una nueva inmunoterapia oncológica convierte las células humanas en 'fábricas' de fármacos antitumorales

Cáncer
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Actualizado: martes, 4 diciembre 2018 18:23

MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han conseguido convertir las células B, mejor conocidas por producir anticuerpos, en pequeñas 'fábricas' que ensamblan y secretan vesículas o sacos que contienen microRNAs. Una vez que las células cancerosas las internalizan, estos pequeños fragmentos de material genético amortiguan un gen que estimula el crecimiento del tumor.

La inmunoterapia contra el cáncer ha mostrado un gran potencial para tratar algunos tipos de cáncer. Sin embargo, la inmunoterapia no funciona para todos, y algunos tipos de tratamiento pueden causar efectos secundarios graves. Ahora, en este estudio, los tumores de mama en ratones tratados con este enfoque fueron menos y significativamente más pequeños que en los no tratados.

"Una vez que esté más desarrollado, prevemos que este método podría usarse en situaciones donde otras formas de inmunoterapia no funcionan. Las ventajas son que este tipo de tratamiento es localizado, lo que significa que potencialmente tiene menos efectos secundarios. Es duradero, por lo que es posible que el paciente no necesite inyecciones o infusiones frecuentes. Y es probable que funcione contra varios tipos de tumores, incluido el cáncer de mama, cáncer de ovario, cáncer gástrico, cáncer de páncreas y carcinoma hepatocelular", asegura Mauricio Zanetti, autor principal del estudio.

Los microRNAs no codifican protéinas, sino que se unen a los RNA mensajeros que codifican proteínas, inhibiendo su traducción o acelerando su degradación. Las células normales usan microRNAs para ayudar a ajustar qué genes se marcan hacia arriba o hacia abajo en diferentes momentos. Los microARN tienden a ser menos activos en las células cancerosas, lo que puede permitir que las proteínas relacionadas con el crecimiento se vuelvan salvajes.

En este estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', Zanetti y su equipo utilizaron miR-335, un microARN que humedece específicamente el SOX4, un factor de transcripción que promueve el crecimiento del tumor. Agregaron un precursor de miR-335 a las células B en el laboratorio. Una vez dentro, a través de un proceso natural, las células convierten el precursor en miR-335 activo maduro y lo empaquetan en vesículas. Cada célula B puede producir 100.000 vesículas que contienen miR-335 al día, lo suficiente para tratar 10 células cancerosas.

Para probar este nuevo sistema, los investigadores trataron células de cáncer de mama humano con vesículas que contenían miR-335 o vesículas simuladas en el laboratorio. Luego trasplantaron las células cancerosas a ratones. Después de 60 días, el cien por cien de los ratones con células cancerosas tratadas de forma simulada tenían tumores grandes. En contraste, el 44 por ciento de los ratones con células cancerosas tratadas con vesículas de miR-335 tenían tumores. En promedio, los tumores en los ratones tratados fueron más de 260 veces más pequeños que los de los ratones tratados de forma simulada.