MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos médicos han creado una nueva herramienta de toma de muestras, una especie de bastoncillo, que podría reducir drásticamente el trágico número de víctimas anuales de 760.000 bebés y niños que mueren por diarrea severa y los millones de menores que quedan raquíticos.
Mediante el uso de una técnica nueva de bajo costo de recogida de muestras con un nuevo tipo de bastoncillo, el equipo canadiense diagnosticó patógenos previamente no reconocidos que habían causado diarrea severa en más de un tercio de niños en un grupo de hospitales del sur de África.
Con una donación de fondos federales de 'Grand Challenges Canada', investigadores de la Universidad McMaster diseñaron y probaron en Botswana un bastoncillo aterciopelado especialmente diseñado para la recogida de muestras de los niños ingresados en hospitales con enfermedad diarreica severa, la segunda causa de muerte de niños menores de 5 años en los países en desarrollo.
El bastoncillo rectal elimina el tiempo de espera y el riesgo biológico involucrado en la obtención y el transporte de muestras de heces de un bebé o un niño. Esta implementación eficaz permitió en un ensayo clínico aleatorizado evaluar el diagnóstico y el tratamiento en el mismo día para un amplio número de patógenos.
Publicado en 'Journal of the Pediatric Infectious Disease Society', el estudio revela que más de un tercio de los 671 bebés hospitalizados con diarrea severa, incluyendo 17 de 26 (65 por ciento) que en murieron, fueron infectados con un patógeno tratable, con infecciones que no se habían reconocido en el hospital, por lo que generalmente se fueron sin tratar.
Debido a que muchos de estos niños gravemente enfermos tenían enfermedades tratables, los investigadores probaron clínicamente si el diagnóstico rápido en el mismo día seguido de una terapia apropiada oportuna conduciría a mejores resultados.
Los niños seleccionados al azar para la prueba rápida con el bastoncillo y el tratamiento apropiado eran un 55 por ciento menos propensos a tener diarrea recurrente en comparación con los niños no elegidos y crecieron en altura de manera clínicamente significativa después de 60 días. Esta medida de crecimiento es un indicador importante de la capacidad de los niños a alcanzar su potencial de desarrollo completo.
Dirigido por David Goldfarb, (anteriormente en la Universidad de McMaster y ahora en la Universidad de la Columbia Británica), junto con Jeff Pernica, (McMaster) y colaboradores Isaac Quaye (Universidad de Namibia) y Margaret Mokomane (Universidad de Botswana), los autores del trabajo fueron testigos de cambios dramáticos de salud como resultado de la estrategia de realizarles la prueba rápida y el tratamiento.
Y la 'brecha de tratamiento' revelada en su investigación Botswana descubre una gran oportunidad para realizar un gran impacto a largo plazo en la salud de los niños en todo el mundo, dicen los investigadores. "El hecho simple es: el diagnóstico salva vidas --afirma Peter A. Singer, director general de 'Grand Challenges Canada'--. Si los trabajadores de salud pueden identificar con rapidez y precisión la causa de la enfermedad de un niño, se le puede administrar la ayuda oportuna, prevenir muchas muertes y mejorar muchas vidas".
1,7 MILLONES DE CASOS DE ENFERMEDADES DIARREICAS AL AÑO
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1,7 millones de casos de enfermedades diarreicas ocurren en todo el mundo cada año, patologías que matan a unos 760.000 niños menores de 5 años de edad. Otras consecuencias profundas para la salud de los niños incluyen retraso en el crecimiento físico y cognitivo y desnutrición severa.
"Para muchas de las principales causas de diarrea severa en niños, existen tratamientos eficaces de bajo costo disponibles. Sin embargo, la cuestión es que hasta hace poco no era posible determinar de manera oportuna el agente patógeno específico que causa enfermedades. Por esta razón, el estándar de cuidado para la diarrea infantil en todo el mundo en desarrollo ha sido ignorar cuál podría ser el patógeno específico y sólo proporcionar antibióticos si hay sangre en las heces", señala Pernica.
"Esto puede estar contribuyendo a la alta mortalidad observada en África en los niños con diarrea severa; en Botswana, el 4 por ciento de esos niños muere en el hospital, y en otros países del África subsahariana, la tasa de mortalidad es de más de 7 por ciento. Por otra parte, la mayoría de los que sobreviven experimentarán algún grado de deterioro del crecimiento y la posibilidad de retraso del desarrollo cognitivo", alerta.
La segunda fase del trabajo en África consiste en cuantificar con mayor precisión las diferencias en el diagnóstico que consigue este avance. "Además de demostrar mejoras significativas en los resultados requeriría todo un replanteamiento de cómo se gestiona este trastorno muy común en todo el mundo", dice el doctor Goldfarb:
Parecido a un bastoncillo de gran tamaño pero con una punta acolchada de 3,2-cm de fibras de nylon unida perpendicularmente al extremo de un vástago de plástico, el hisopo diseñado en Canadá para este nuevo propósito de diagnóstico y fabricado por Copan Italia, comenzó con una subvención de 'Grand Challenges Canadá' para una prueba de concepto en el año 2011.
A diferencia de los hisopos de algodón comunes que hay en muchos hogares, esta herramienta es como un cepillo suave sin un núcleo absorbente de manera que toda la muestra biológica se mantiene cerca de la superficie, lo que facilita las pruebas de diagnóstico. Producido a gran escala, un hisopo cuesta sólo 25 centavos de dólar (unos 22 céntimos de euro).
En un estudio, publicado en noviembre en la revista 'Journal of Clinical Microbiology', los investigadores mostraron que un espécimen obtenido usando el bastoncillo especialmente diseñado fue un 16 por ciento más propenso que en las muestras de heces usadas para revelar dos patógenos bacterianos líderes tratables que causan diarrea, 'Shigella' y 'Campylobacter'.
El nuevo bastoncillo, añaden los investigadores, beneficiará a los sistemas de salud en todo el mundo pero especialmente a entornos de bajos recursos, donde se trata de forma incorrecta e ineficaz enfermedades diarreicas tratables gastando preciosos recursos médicos. Esta nueva herramienta es una de 20 innovaciones que se expondrán en un evento del quinto aniversario de 'Grand Challenges Canada', que se celebra este jueves en Toronto, Canadá.