MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha recordado que no siempre es necesario acudir al hospital ante cualquier síntoma de gripe, ya que en la mayoría de los casos el cuerpo tiene "los mecanismos necesarios para superar esta situación en pocos días" sin necesidad de una consulta médica o la administración de antibióticos.
Sí que han recomendado que los grupos de riesgo como bebés o ancianos estén atentos a los síntomas de alerta y acudan a una consulta médica o al hospital en el caso de signos de alarma, al igual que embarazadas, personas inmunodeprimidas, personas con cardiopatías o personas con enfermedades crónicas en estado avanzado.
Algunos de los signos de alarma que apuntan son: problemas de falta de aire al caminar o en reposo; alteraciones de la conciencia o desorientación; persistencia de fiebre sostenida por más de 48 horas, que no cede con medicación habitual; vómitos o diarreas persistentes; agravamiento de su enfermedad de base; o cuadros de dificultad respiratoria grave.
En caso de sospecha de gripe en personas que hayan ingresado por insuficiencia respiratoria, los expertos han aconsejado el aislamiento completo del paciente para evitar la propagación, aplicando un tratamiento específico farmacológico hasta recibir los resultados que confirmen o no la existencia de gripe.
En este sentido, han señalado que la prevención frente a la gripe es "fundamental" ante la persistencia de las bajas temperaturas. "El frío por sí solo no provoca gripe, pero es un factor que puede favorecer la trasmisión del virus", ha explicado el coordinador nacional del Grupo Español de Trabajo Gripe A Grave (GETGAG) de la SEMICYUC, el doctor Alejandro Rodríguez. En los ambientes más fríos, explica, los virus son más estables y tanto las partículas infectadas transportadas por el aire como las depositadas en superficies pueden sobrevivir más tiempo.
"Los cambios bruscos de temperatura pueden condicionar cambios en los mecanismos de defensa de las vías respiratorias, debido a una cierta vasoconstricción (reducción del flujo de sangre) de la mucosa nasal y bronquial, con disminución de la capacidad de defensa de las mismas", ha añadido.
Por esta razón, han recordado que la vacunación sigue siendo "la mejor medida preventiva". Según apunta el doctor Rodríguez, el año pasado las vacunas sirvieron para prevenir un 20 por ciento de los casos de gripe leve, un 11 por ciento de las hospitalizaciones, entre un 35 y 40 por ciento de las admisiones en la UCI, y un 38 por ciento de las defunciones por causas atribuibles a la gripe.
Para prevenir el contagio, la SEMICYUC ha aconsejado llevar a cabo más medidas además de la vacunación, como evitar el contacto con personas enfermas; lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón; hacer reposo en casa por lo menos 24 horas después de la desaparición de la fiebre; cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo al toser o estornudar y después desecharlo; evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca; y desinfectar superficies y objetos que puedan estar contaminados con gérmenes.
Por último, han recordado que el uso de antibióticos "de manera abusiva" o sin prescripción médica puede "ralentizar" el proceso de curación.