MADRID 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los niños concebidos a través de tecnologías de reproducción asistida pueden tener un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial a edades tempranas, entre otras complicaciones cardiovasculares, según un estudio suizo publicado este lunes en 'Journal of the American College of Cardiology'.
Desarrolladas en 1978, las tecnologías de reproducción asistida (ART, por sus siglas en inglés) han ayudado a millones de personas y familias que no pueden concebir de forma natural. Los métodos de ART más comunes son la fertilización in vitro y la inyección intracitoplásmica de espermatozoides, que pueden exponer el gameto y el embrión a una variedad de factores ambientales antes de la implantación.
Los niños concebidos usando ART constituyen el 1,7 por ciento de todos los bebés nacidos en Estados Unidos cada año y actualmente más de seis millones de personas en todo el mundo. Los autores del estudio evaluaron el sistema circulatorio de 54 adolescentes nacidos por ART jóvenes y sanos (edad promedio de 16 años) mediante la medición de la presión arterial ambulatoria, así como la acumulación de placa, la función de los vasos sanguíneos y la rigidez de la arteria.
El índice de masa corporal (IMC), el peso al nacer, la edad gestacional y el IMC materno, el tabaquismo y el perfil de riesgo cardiovascular fueron similares entre los adolescentes con ART y 43 participantes control de edad y sexo.
Mediante la monitorización ambulatoria de la presión arterial durante 24 horas, los científicos descubrieron que los adolescentes con ART tenían una presión arterial sistólica y diastólica más alta que los participantes control de concepción natural de 119/71 mmHg frente a 115/69, respectivamente. Lo que es más importante, ocho de los adolescentes con ART alcanzaron los criterios para el diagnóstico de hipertensión arterial (más de 130/80 mmHg) mientras que solo uno de los participantes del grupo de control cumplió con los criterios.
"La mayor prevalencia de hipertensión arterial en los participantes con ART es lo que más preocupa", señala el autor principal del estudio, Emrush Rexhaj, director de Hipertensión Arterial en el Hospital Universitaria de Berna, Suiza. "Hay una creciente evidencia de que la ART altera los vasos sanguíneos en los niños, pero no se conocen las consecuencias a largo plazo. Ahora sabemos que esto coloca a los niños con ART en una tasa de hipertensión seis veces mayor que los niños concebidos naturalmente", añade.
Los autores también estudiaron a estos participantes cinco años antes de este trabajo y encontraron que la presión arterial entre los niños de ART y los de control no era diferente. "Solo tardaron cinco años en mostrar las diferencias en la presión arterial --destaca Rexhaj--. Esta es una población en rápido crecimiento y los niños aparentemente sanos están mostrando serios signos de preocupación por el riesgo cardiovascular temprano, especialmente cuando se trata de la hipertensión arterial".