MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los niños de dos años que pueden articular más frases y palabras suelen tener un mejor rendimiento en matemáticas y lengua y menos problemas de comportamiento en la guardería, según un estudio de la Penssylvania State University (EEUU).
La investigación, publicada en 'Child Development', ha revelado que los niños que tenían un mayor vocabulario de pequeños leían y resolvían problemas de matemáticas mejor. Además, solían comportarse bien en la guardería y evitar malos comportamientos como perturbar las clases, tener pataletas o ser físicamente agresivos. También se ha descubierto que los niños que provienen de familias con un nivel económico alto, que tuvieron una crianza de calidad y, especialmente, las niñas, tienen un vocabulario más amplio. En cambio, los niños nacidos con un bajo peso o aquellos cuya madre tiene problemas de salud conocen menos palabras.
El autor del estudio, Paul L. Morgan, ha señalado que "algunos grupos de población, a los 24 meses, muestran menos nivel de vocabulario, y es importante ayudar a estos niños que pueden estar en riesgo". Además, "tener un vocabulario escaso a esta edad predice una menor preparación para entrar en la guardería".
Unos 9.000 niños fueron estudiados para realizar la investigación, y también se cuestionó a sus padres sobre qué palabras eran las que usaban más comúnmente con sus hijos. Tres años después, los profesores de la guardería valoraron el comportamiento de los niños y sus habilidades en lengua y matemáticas.
INFLUYE EN EL NIVEL SOCIOECONÓMICO POSTERIOR
Aunque este estudio solo analizaba la etapa de la guardería, otros estudios señalan que el vocabulario adquirido en torno a los dos años de edad puede influir en las etapas posteriores, como en la educación universitaria, en la posibilidad de tener un plan de pensiones o en la adquisición una casa propia.
Morgan ha afirmado que "desde el punto de vista de las políticas, la investigación es una llamada de atención para mejorar la calidad de las experiencias tempranas de los niños". Otro aspecto importante es la cantidad y, como ha recomendado Claire Vallotton, de la Michigan State University, esta se puede incrementar leyendo a los niños desde muy pequeños y narrando lo que están observando los más pequeños.