MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
En el marco de la XII Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal y Hemodiálisis Domiciliaria, la Sociedad Española de Nefrología ha subrayado la necesidad de "aumentar los esfuerzos y recursos" para impulsar la diálisis domiciliaria, que tiene un impacto positivo en los resultados clínicos e importantes ventajas para los pacientes.
Así, el doctor Francisco Javier Pérez Contreras, vocal de la junta directiva de la sociedad científica, ha explicado que la diálisis peritoneal y la hemodiálisis domiciliaria son tratamientos diseñados para mejorar la autonomía, independencia y calidad de vida del paciente renal, ya que este lo realiza por sí mismo y en su propio domicilio, con las ventajas que eso conlleva para su vida diaria.
Además, diferentes estudios indican que el uso de la diálisis peritoneal como tratamiento de inicio de la enfermedad tiene un impacto positivo en los resultados clínicos, preserva mejor la función renal residual, y mejora el coste-eficacia del tratamiento renal sustitutivo.
En el caso de la diálisis peritoneal, esta técnica, como tratamiento para las personas con enfermedad renal crónica (ERC) que comienzan a someterse a una terapia para sustituir la función de sus riñones, continúa aumentando en los últimos años hasta situarse en un 16 por ciento del total de estos pacientes en el año 2020, y una tasa de incidencia de 22,6 personas por millón de habitantes (pmp), frente a 16,5 pmp en el año 2010.
En total, más de 1.000 pacientes iniciaron su tratamiento en 2020 en España con diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria, otra técnica más que ha confirmado su eficacia y seguridad, "y hacen vislumbrar un futuro en el que buena parte de los tratamientos y la asistencia sanitaria a los pacientes renales se podrían realizar desde sus casas, con la preparación y apoyo por parte del personal sanitario especializado", sostienen desde la Sociedad Española de Nefrología.
Sin embargo, el aumento de estas técnicas al inicio del tratamiento renal no se está traduciendo suficientemente en un cambio en la prevalencia de la ERC en España. De hecho, solo 3.248 personas del total de 29.366 personas que están TRS con diálisis en España (es decir, el 11%) lo hacen a través de diálisis peritoneal, y la prevalencia de la hemodiálisis domiciliaria es todavía más baja.
"El impulso definitivo de las técnicas de diálisis domiciliaria en toda España necesitaría de un mayor esfuerzo decidido por parte de las administraciones, incorporando más recursos que lo permitan", según destacan los nefrólogos, quienes también señalan como uno de sus principales obstáculos la edad y fragilidad de buena parte de los pacientes que necesitan TRS.
"La ERC en estadios avanzados afecta de forma más significativa a la población mayor de 65 años, que acumulan otros factores como fragilidad, comorbilidad y dependencia, lo que dificulta que puedan realizar su tratamiento con diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria. Por eso, las autoridades sanitarias deberían apostar por estas técnicas que facilitan su tratamiento en un entorno cercano y familiar, con beneficios importantes para los pacientes, y también para el sistema sanitario", ha añadido el doctor Pérez Contreras.
"Son técnicas que requieren una preparación y aprendizaje por parte de los pacientes para poder realizar bien el tratamiento en sus casas, y del apoyo y soporte del personal especializado de enfermería", ha indicado el doctor Juan Pérez Martínez, del Servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y presidente del Comité Organizador de la Reunión.
Por su parte, Mercedes López de Rodas Campos, enfermera de Diálisis del hospital manchego, ha destacado que "es importante dar la oportunidad a los pacientes de que conozcan estas técnicas y sean bien informados de las distintas opciones de tratamiento que pueden realizar, para así elegir si quieren ser tratados en el hospital, con hemodiálisis tradicional, o en su propia casa, con diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria".
ENFERMEDAD RENAL EN ESPAÑA
La ERC es una de las patologías más desconocidas por la población, aunque afecta al 15,1 por ciento de las personas adultas y tiene un enorme impacto en la calidad de vida de los pacientes. En España, afecta ya a 1 de cada 7 adultos (principalmente a varones de edad avanzada y con otras patologías asociadas como enfermedad cardiovascular o diabetes).
El número de personas que precisa TRS en España, ya sea diálisis o trasplante, es de 1.363 por millón de población, lo que supone un aumento del 30 por ciento en la última década.
En total, 64.666 personas están en TRS y más de 6.700 iniciaron su tratamiento en 2020, el 16 por ciento de ellos con diálisis peritoneal. Por su parte, la mortalidad de los pacientes con ERC se situó en ese año en el 8,3 por ciento, aumentando ligeramente en todas las modalidades de tratamiento, debido a la mayor vulnerabilidad a la Covid-19 de estos pacientes, que han sufrido un notable impacto en la pandemia.