MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra Enfermedades del Riñón (ALCER) han reclamado una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 en pacientes renales.
Esta solicitud ha sido trasladada a la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, para que sea analizada por su Comisión de Salud Pública, junto con los argumentos y la evidencia disponible que, a su juicio, lo avalan.
"Existe ya una evidencia suficiente de la necesidad de una tercera dosis de la vacuna frente al SARS-CoV-2 en personas en tratamiento renal sustitutivo. Como ya ocurre en otras vacunas, como la que se administra para evitar la infección por el virus de la hepatitis B, es necesario administrar una dosis mayor y en ocasiones además otra adicional en personas con enfermedad renal crónica avanzada dada su situación inmunológica y escasa respuesta. Esto lo sabemos desde hace años y así lo indicamos a las personas con enfermedad renal crónica avanzada, y en especial los que están en tratamiento renal sustitutivo, en los que la alteración inmunológica es aún mayor", ha defendido en un comunicado la presidenta de la SEN, Patricia de Sequera.
En una primera fase de la vacunación, cuando la escasez de vacunas hacía muy complicado determinar la priorización de los colectivos a vacunar, se optó por incluir a estas personas entre las preferentes por su alto riesgo de infección y muerte por COVID-19.
Sin embargo, lamentan que "las dosis dosis de la vacuna actual no son suficientes en esta población de riesgo, dado que la incidencia de infección y su gravedad ha sido descrita como mucho mayor en trasplantados que en población general, ambos adecuadamente vacunados".
"En un reciente estudio americano sobre más de 18.000 trasplantados de órgano sólido (TOS) adecuadamente vacunados, en comparación con 101 millones de adultos vacunados, se describe 41 a 82 veces más riesgo de infección y 485 veces más riesgo de infección asociada a hospitalización y muerte", argumentan al respecot.
En consecuencia, consideran que "se han publicado ya varias experiencias sobre la administración de una tercera dosis de vacuna en trasplantados en diversos países de nuestro entorno, destacando especialmente dos de estos estudios".
En cuanto a las personas en tratamientos de diálisis, aunque el porcentaje de respuesta a la vacuna es mayor que en trasplantados, la mayoría de series "ponen de manifiesto una menor intensidad de la misma respecto a la población general, existiendo ya también alguna experiencia comunicada con tres dosis de vacuna en esta población. Esto, obviamente, también un supone una mayor morbi-mortalidad secundaria a esta infección en esta población".
Para la administración de la vacuna se propone utilizar los servicios de Nefrología de los hospitales y las unidades de diálisis, lo que "evitaría sobrecargar a los profesionales de la atención primaria en su proceso de vacunación a la población general".
En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), Juan Francisco Pulido, ha asegurado que están "dispuestos a realizar la vacunación a estos pacientes en las unidades dónde ya se les atiende, lo que implica una mejora en el seguimiento de éstos pacientes de alto riesgo por profesionales que ya les conocen y son especialistas en su patología".
Según los datos del Registro COVID-19 de la Sociedad Española de Nefrología, son ya 1.126 los fallecidos por el virus de los 5.631 infectados en población renal en diálisis y trasplantados, lo que supone una mortalidad del 20 por ciento y casi un 9 por ciento de infectados frente a la población total en estos tratamientos (alrededor de 64.500 personas).