MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Nefrólogos han destacado, durante la celebración de la XXVII Reunión del Grupo para el Estudio de la Nefropatía Diabética (GEENDIAB), organizada por la Sociedad Española de Nefrología (SEN), de aplicar un enfoque global y multidisciplinar para afrontar y mejorar el tratamiento de los pacientes con enfermedad renal diabética o también llamada nefropatía diabética, es decir, aquellos pacientes que sufren diabetes y como consecuencia de ésta desarrollan insuficiencia renal.
Y es que, la diabetes cursa a lo largo de su historia natural con complicaciones micro y macrovasculares y hasta un 30 o un 40 por ciento de los diabéticos tipo 2 pueden desarrollar enfermedad renal diabética, que puede llegar a requerir tratamiento renal sustitutivo. Ello ha motivado que haya sido considerada por el Ministerio de Sanidad como una de las patologías crónicas de preferente atención por el Sistema Nacional de Salud, al igual que la Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Asimismo, el Registro anual de la SEN y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) muestra que aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes que cada año han de iniciar un tratamiento renal sustitutivo -ERC estadio 5-, lo hacen como secuela de la diabetes. Así pues, se trata, según ha recalcado el experto, ante una patología "muy complicada y multifactorial", que requiere un manejo intensivo, integral y multidisciplinar.
Es por ello por lo que, los expertos han insistido en la importancia de abordar la enfermedad renal diabética desde un punto de vista global del paciente, teniendo en cuenta todos los efectos que conlleva la diabetes y las complicaciones renales y vasculares que implica, así como otros aspectos relevantes como puede ser el alto coste que supone su tratamiento, con un incremento del 86 por ciento sobre los pacientes con diabetes tipo2 que no presentan complicaciones.
EL 28% DE LOS DIABÉTICOS TIENEN ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA
Por otra parte, durante la reunió se han presentado algunas de las últimas investigaciones y trabajos desarrollados en España para continuar mejorando el tratamiento de la enfermedad renal diabética, así como para insistir en la necesidad de destinar un mayor esfuerzo para avanzar en la detección de la enfermedad, puesto que el 28 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 atendidas en los centros de salud de Atención Primaria presentan una enfermedad renal crónica.
Igualmente se han expuesto los resultados de nuevos ensayos clínicos con moléculas y posibles nuevos medicamentos para la nefroprotección de la diabetes o el impacto de los nuevos antidiabéticos en la enfermedad cardiovascular.
En este aspecto, han destacado los resultados presentados sobre los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), que han demostrado no sólo eficacia en el control glucémico sino también otros importantes beneficios adicionales en cuanto a la reducción del riesgo renal y cardiovascular, en pacientes tratados con empagliflozina, y en cuanto a mortalidad.