MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Salud Mental España reivindica que se atienda la salud mental perinatal de forma adecuada, ya que, en la actualidad, "no existen recursos suficientes ni estrategias de prevención a nivel estatal".
Bajo el hashtag #SaludMentalFeminista, la Confederación difunde una serie de infografías y vídeos con testimonios, entre los que se incluyen relatos de mujeres pertenecientes a la Red Estatal de Mujeres de Salud Mental España, que han vivido situaciones de desamparo y de soledad respecto a su maternidad.
Según datos que recoge un informe de 'Conecta Perinatal', un 7 por ciento de las mujeres sufre depresión durante el embarazo y, entre el 11 y el 15 por ciento, trastornos de ansiedad.
En el posparto, un 14 por ciento de las mujeres tiene depresión y un 8 por ciento ansiedad. El documento refleja también que existe un elevado infradiagnóstico (entre el 50 y el 75%) de la depresión posparto, por lo que es necesario implementar estrategias que permitan su detección y su prevención.
Tal y como explica Rosa Mª Bayarri, representante de la Junta Directiva de Salud Mental España, "la depresión posparto es la patología más frecuente en la maternidad, pero el estigma y el miedo a las consecuencias llevan a la mujer a ocultar su situación de salud mental".
Esto conlleva un infradiagnóstico y hace que no se invierta en los recursos realmente necesarios, como la atención psicológica de progenitores y bebés durante los tres primeros años de vida".
La salud mental perinatal se refiere a los cuidados necesarios para el bienestar emocional y psicológico de las mujeres durante su período perinatal (es decir, concepción, embarazo, parto y posparto). Incluye la prevención, cuidado, apoyo, diagnóstico e intervención en las familias durante todo el proceso que rodea al nacimiento, y contempla además la importancia de establecer un vínculo saludable entre la madre, el bebé y la familia.
SOLEDAD, FALTA DE APOYO Y DESINFORMACIÓN
La soledad y la falta de apoyo a los que se enfrentan muchas madres pueden afectar a su salud mental en momentos especialmente vulnerables, como son el embarazo y el posparto, períodos en los que se puede sufrir un elevado nivel de estrés.
Adela Montaño, representante de la Red Estatal de Mujeres de Salud Mental España, cuenta que vivió sus dos embarazos "con mucho miedo", ya que tenía problemas en la conducta de la alimentación y "nadie" la preparó para que, en esos nueve meses, su barriga creciera.
Con el embarazo de su hija estuvo "tres meses acostada en un colchón en el suelo al lado de su cestito". A ella le dio el pecho, pero pensaba que "no era suficiente" y que la pequeña "iba a fallecer". En cuanto a su hijo, Montaño explica que "era intolerante a la leche de fórmula y vomitaba", y que, en esos momentos, tampoco tuvo apoyo de nadie. "Al revés, me decían que a lo mejor había heredado lo mío. Así que, aparte de frustración, también culpabilidad", afirma. "Lo gestioné como pude", reconoce, insistiendo en que no tuvo ayuda.
También ha contado su experiencia Elisabet Lemos, representante de la Red Estatal de Mujeres de Salud Mental España. "Teniendo problemas de salud mental durante la etapa del embarazo, me encontré con una total ausencia de apoyo y falta de seguimiento, provocando una situación de desinformación y paternalismo, cuando ser madre debería ser una decisión personal y libre", ha explicado.
"Me encontré con diversas dificultades, entre ellas con violencia obstétrica, psicológica y sanitaria, ya que en España no existe un protocolo de actuación por parte de los profesionales de la salud mental", asegura.
"Llegaron al punto de quitarme la medicación sin explicarme los riesgos y, al estar vulnerable, me indujeron al aborto. Esto provocó que, inicialmente, tuviese ideas suicidas, depresión, crisis de pánico y, posteriormente, con el aborto, una etapa de duelo y estrés postraumático", ha detallado.
Natalia Valverde, psicóloga perinatal, coincide en que la etapa perinatal es, "para muchas mujeres, un momento de mucha vulnerabilidad emocional por los cambios que atraviesa cuando va a convertirse en madre, no solo físicos, sino también emocionales, psicológicos y de cambio de identidad".
Por ello, muchas mujeres, en torno a un 15 o un 20 por ciento, "pueden desarrollar cierta sintomatología más o menos grave". "Por ejemplo, un cuadro ansioso-depresivo o también por cosas que puedan suceder en ese momento, como un parto traumático o un duelo perinatal", ha expresado.
Finalmente, ha recordado que las mujeres no suelen pedir ayuda debido al sentimiento de culpa "frente al imperativo social de 'tener que' ser feliz en esta etapa", y debido también al miedo al estigma y a la dificultad para reconocer que la salud mental se está viendo afectada.