PAMPLONA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una prótesis de cadera denominada 'resurfacing', que permite mayor actividad física y está indicada en los pacientes de menor edad, va a centrar un curso que organiza este viernes el departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra.
La jornada, que va a reunir en Pamplona a cuarenta especialistas procedentes de distintos hospitales de la zona norte de España, comienza con la retransmisión en directo a través de vídeo de una cirugía para colocar una prótesis 'resurfacing'.
En la intervención participarán los doctores Manuel Ribas, del USP Instituto Universitario Dexeus de Barcelona y Pablo Díaz de Rada, especialista de la Clínica Universidad de Navarra. Durante la operación, los asistentes al curso podrán comunicarse con los cirujanos para hacerles preguntas sobre el desarrollo de la intervención.
En concreto, el doctor Pablo Díaz de Rada es el responsable de la cirugía para este tipo de prótesis en la Clínica, centro donde se han colocado unas 50 en los últimos cuatro años.
La necesidad de sustituir las protesis hacia los 10 ó 15 años después de su colocación supone el principal problema que presentan las prótesis de cadera, explica el doctor Díaz de Rada. "Al cambiarla, tienes que poner una más grande y, en cada sustitución, se dispone de menor superficie ósea adecuada para anclar la prótesis", explica.
Este problema se agrava en pacientes considerados jóvenes, es decir, menores de 65 años, quienes pueden necesitar al menos otros dos recambios de esta articulación a lo largo de su vida.
Precisamente, la prótesis de recubrimiento o 'resurfacing' está indicada para este tipo de pacientes. "Para colocarla no hace falta cortar la cabeza del fémur, como con la prótesis convencional, sino que tras tallarla se le pone un funda o capucha metálica. De esta manera, se logra ahorrar superficie ósea con vistas a futuros recambios de la prótesis, cuando sí habrá que anclar un vástago dentro del fémur", indica el especialista de la Clínica.
Además, añade, este dispositivo permite más posibilidades de actividad física al paciente que las prótesis convencionales. "Al ser más grande la cabeza metálica que recubre el fémur, ofrece un mayor rango de movilidad a la cadera", argumenta.
La cirugía para sustituir la cadera dañada mediante esta técnica resulta, según el especialista de la Clínica, "mucho más compleja que en la prótesis convencional y el rango de error que admite es mucho menor".