MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos de la Universidad Federal del Báltico Immanuel Kant ha comparado diferentes tratamientos contra la fibrosis hepática. Según sus hallazgos, los nanomateriales magnéticos pueden convertirse en la base de un enfoque completamente nuevo del tratamiento contra la fibrosis, ya que ayudan a evitar los problemas asociados con los métodos terapéuticos tradicionales.
"La entrega dirigida de medicamentos usando nanopartículas magnéticas no es un enfoque nuevo; por ejemplo, actualmente están siendo probadas clínicamente como portadoras de docetaxel, un fármaco contra el cáncer de próstata. Los estudios sugieren que las nanopartículas magnéticas pueden acumularse eficazmente en los tejidos funcionales del hígado y, por lo tanto, pueden utilizarse como portadoras de moléculas de medicamentos en la terapia de la fibrosis hepática", explica Valeria Rodionova, la líder del estudio, que se ha publicado en la revista 'Cell'.
La fibrosis puede afectar a diferentes órganos del cuerpo. En el curso de esta enfermedad, el tejido hepático es reemplazado por tejido conectivo (cicatricial) que impide el funcionamiento normal del órgano. Se desarrolla como una reacción a una inflamación de larga duración y se supone que aísla el lugar de la inflamación de los tejidos circundantes. Por ejemplo, la fibrosis hepática crónica puede ocurrir si el hígado está constantemente influenciado por toxinas, virus o alteraciones metabólicas. El daño hepático se produce por la muerte de los hepatocitos, el principal tipo de células hepáticas que aseguran el funcionamiento del órgano.
A medida que los hepatocitos mueren y son reemplazados por células de tejido conectivo, las funciones hepáticas disminuyen y si el paciente no recibe tratamiento, puede desarrollarse una cirrosis. La cirrosis es una enfermedad mortal: los pacientes que la padecen viven de 2 a 4 años y mueren con un dolor insoportable. En sus primeras etapas, la fibrosis no presenta síntomas y a menudo se diagnostica cuando el paciente comienza a experimentar una insuficiencia hepática grave.
Actualmente, existen pocos métodos eficaces para tratar la fibrosis hepática, y todos ellos funcionan de forma indirecta, principalmente mediante la reducción de las reacciones antiinflamatorias. Muchos científicos están trabajando en nuevos medicamentos que afectarían a los mecanismos reguladores del desarrollo del tejido conectivo. El papel principal en este proceso lo desempeñan las células de Ito, por lo que han sido elegidas como dianas de los fármacos.
A pesar de las ventajas de los nuevos fármacos, su administración dirigida sigue siendo una tarea compleja. La solución puede residir en el uso de nanopartículas magnéticas como portadoras. Las nanopartículas magnéticas terapéuticas más difundidas se basan en el óxido de hierro. Su tamaño varía entre 1 y 10 nm, que es más pequeño que el de cualquier célula animal, y sus movimientos en el cuerpo pueden regularse mediante un campo magnético externo.
En la práctica real, las nanopartículas nunca se utilizan en su forma pura, sino que se hibridan con otros materiales, por ejemplo, se colocan dentro de cápsulas poliméricas en la etapa de síntesis. Esto permite a los científicos regular las propiedades de las partículas: su carga, la estabilidad en los ambientes con diferente acidez, la capacidad de penetrar en las células, y así sucesivamente. La hibridación también reduce su posible toxicidad.
Las nanopartículas híbridas pueden utilizarse no solo para tratar, sino también para diagnosticar enfermedades hepáticas. Si las moléculas que se unen específicamente con las células del tejido conectivo del hígado se colocan en la superficie de tales partículas, se puede usar la resonancia magnética para visualizar las áreas de su acumulación y así identificar los sitios de cirrosis. El nuevo método puede ayudar a los pacientes a evitar biopsias dolorosas que actualmente se consideran un procedimiento estándar en el diagnóstico de la fibrosis hepática.