MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Louis Armstrong Center for Music & Medicine de Nueva York (Estados Unidos) han demostrado que la musicoterapia puede servir para aliviar el dolor de los pacientes que se recuperan de una cirugía de columna, según detallan en un trabajo publicado en la revista 'American Journal of Orthopedics'.
"Este estudio es único en su búsqueda de integrar la musicoterapia en la medicina para tratar el dolor posquirúrgico", ha reconocido John Mondanaro, autor principal del estudio y director del Departamento de Musicoterapia del centro, al que da nombre toda una leyenda del jazz.
El tratamiento posquirúrgico del dolor, fundamentalmente farmacológico, es crítico en la recuperación de los pacientes que se someten a esta cirugía. Sobre todo inmediatamente después de la operación, cuando el dolor y la ansiedad aparecen de forma más intensa.
Para este estudio, los investigadores proporcionaron a 30 pacientes operados de columna una sesión de 30 minutos de musicoterapia durante las 72 horas posteriores a la cirugía, además de la atención estándar. Y compararon su evolución con la de otros 30 pacientes también operados en los que sólo se siguieron las pautas habituales para su recuperación.
La sesión incluía música en vivo en función de los gustos de cada paciente, lo que favorece que puedan liberar tensión en sus articulaciones e incluso puedan animarse a cantar o seguir el ritmo de las canciones. Además, también ofrecían técnicas de respiración.
Los 60 pacientes tenían entre 40 y 55 años y se sometieron a una fusión espinal anterior, posterior o anterior-posterior, una técnica quirúrgica en la cual se fusionan dos o más vértebras para impedir el movimiento entre ellas.
Los pacientes se sometieron a una escala del dolor antes y después de la sesión de musicoterapia, y en el mismo periodo en el grupo control. Así, mientras que en estos la medición del dolor aumentó ligeramente, de 5,20 a 5,87 puntos, en el grupo de la música los niveles del dolor disminuyeron en más de un punto, de 6,20 a 5,09.
"Este cambio es notable ya que se ha conseguido con métodos no farmacológicos, lo que tiene un bajo riesgo de efectos adversos", ha añadido Joanne Loewy, coautora del estudio.
"El dolor es subjetivo y personal, por lo que su atención necesita un enfoque individualizado. Pero los musicoterapeutas son profesionales y pueden adaptar el tratamiento a las preferencias musicales de cada paciente para combatir su dolor", ha defendido.