La Consejería de Presidencia prevé extender la instalación de estos aparatos a todos los centros de trabajo de la Comunidad
MURCIA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad Autónoma de Murcia ha instalado equipos de desfibrilación en los diez edificios públicos de la Administración regional con mayor afluencia de público, con el objetivo de prevenir las muertes súbitas por fibrilación ventricular, que es una alteración del ritmo cardíaco de fatal desenlace cuando se produce fuera de un centro sanitario.
La consejera de Presidencia y Administraciones Públicas, María Pedro Reverte, presentó en rueda de prensa estos dispositivos, cuyo uso "es clave para la supervivencia porque, si se aplica con inmediatez, puede reducir la mortandad hasta un 90 por ciento y salvar infinidad de vidas".
En concreto, los equipos se han instalado en el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional y de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas, así como en las consejerías de Economía y Hacienda, Sanidad y Consumo, Agricultura y Agua, Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Política Social, Mujer e Inmigración, y de Cultura y Turismo.
De estas forma quedan cubiertas siete de las consejerías de la Comunidad, a excepción de la de Universidades, Empresa e Investigación porque ninguno de sus funcionarios se ha prestado voluntario a recibir el curso de manejo del aparato, y la Consejería de Educación, Formación y Empleo, que cuenta con su propio servicio de prevención.
Los tres desfibrilizadores restantes se ubican en la Biblioteca Regional de Murcia, situada en la avenida Juan Carlos I, y el Edificio Administrativo de la avenida Infante Don Juan Manuel, ambos en Murcia, y en el Edificio Foro de Cartagena.
El protocolo de uso de estos dispositivos permite su utilización por parte de personal no sanitario puesto que es "muy sencillo". Así, este protocolo recoge auxiliar en primer lugar al Teléfono Único de Emergencias '1-1-2' para proceder a comprobar si la víctima tiene las vías respiratorias obstruidas y, posteriormente, proceder a la aplicación de los electrodos, mientras que el propio equipo indica la idonedidad de la descarga.
CASI UN CENTENAR DE EMPLEADOS, YA FORMADOS
Un total de 92 empleados de la Administración regional han recibido en los últimos ocho meses la formación necesaria para el uso correcto y responsable de estos desfibriladores, de forma voluntaria y conforme al Real Decreto de 2009 por el que se establecen los requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de los desfibriladores fuera del ámbito sanitario.
La inversión realizada por la Comunidad Autónoma para adquirir los equipos asciende a 22.700 euros, a lo que se suman otros 7.000 euros destinados a las ocho ediciones de los cursos de formación, en los que se ha adiestrado a los trabajadores en el manejo de los equipos, conocimientos básicos de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar.
Reverte ha señalado que la implantación en los centros públicos de estos aparatos se enmarca en los planes de prevención y de salud de la Comunidad Autónoma. En concreto, dijo que se trata de la primera fase del proyecto, ya que el objetivo es "extenderlo poco a poco a todos los centros de trabajo de la Comunidad Autónoma, conforme se vaya formando personal para ello".
Para la consejera, se trata de "una apuesta más por la salud y la protección de nuestros empleados públicos y de los ciudadanos que acuden a diario a las dependencias administrativas de la Comunidad".
Reverte apuntó que la instalación de este tipo de dispositivos en los edificios de la Administración regional da respuesta asimismo a los acuerdos adoptados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en relación a la Estrategia de Cardiopatía Isquémica.