En la Región de Murcia, 47 mujeres dieron a luz en sus casas en 2010, el 3,6% del total nacional, según el INE
MURCIA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
En la Región de Murcia hay un total de cinco matronas que atienden partos a domicilio, una práctica que es legal pero a la que se oponen los médicos especialistas en ginecología por entender que se trata de intervenciones que no reúnen las condiciones de seguridad necesarias, ni para la madre ni para el bebé.
Los partos en casa no reciben cobertura de la Seguridad Social, por lo que deben ser costeados de forma privada y tienen un coste de unos 1.800 euros por nacimiento, aproximadamente, según fuentes de la Asociación de Matronas de la Región de Murcia consultadas por Europa Press este sábado.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que un total de 47 mujeres de la Región dieron a luz en su casa en 2010, 42 de ellas atendidas por personal sanitario y las cinco restantes sin asistencia sanitaria, aunque el censo no especifica si estos nacimientos fueron planificados o si, por el contrario, tuvieron que ser ser atendidos de forma urgente por ser inesperados.
En cualquier caso, estos 47 alumbramientos representaron el 3,62 por ciento del total de 1.298 partos celebrados en domicilios en toda España ese mismo año, y el 0,26 por ciento del total de 17.719 nacimientos que se produjeron en toda la Región de Murcia, bien en centros hospitalarios, en casas o en otros lugares.
Las estadísticas reflejan que el número de mujeres que dan a luz en casa se ha reducido en los últimos años. De hecho, en 1996 -primer dato conocido- se practicaban hasta 191 partos en casas de la Región de Murcia y la cifra ha disminuido pasando por los 117 partos celebrados en 1998, hasta los 52 del 2000, año a partir del cual la cifra se ha mantenido estable y ha oscilado desde el mínimo de 38 casos en 2001 al máximo de los 54 de 2007.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Sociedad Ginecológica Murciana y jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Rafael Méndez de Lorca, Miguel Costa Andreo, se ha mostrado "completamente en contra" de los partos en casas, porque la seguridad que comportan es "mínima".
En este sentido, apunta que si el parto sale bien, muchas veces "no hace falta ni siquiera la matrona para recoger a los bebés". El problema, según Costa, es que algunos casos "se complican" y pueden derivar en la muerte de la madre y del niño", por lo que necesitan tener "un profesional para resolver la situación".
El presidente de la Sociedad Ginecológica se muestra a favor de que el parto sea "lo más humano posible", pero considera que el nacimiento debe ser asistido por "un equipo liderado, normalmente, por un ginecólogo", para controlar que la evolución "no se salga de la normalidad", y añade que no es lo mismo estar en casa que "trabajando en un ambiente hospitalario".
LAS MATRONAS, A FAVOR
Por contra, la miembro y vocal de la Asociación de Matronas de la Región de Murcia, Francisca Postigo Mota, defiende los alumbramientos a domicilio, y explica que la matrona "es el profesional con titulación capacitado para atender los partos normales y fisiológicos, sea donde sea, es decir, en un hospital o en un domicilio", mientras que el ginecólogo "interviene básicamente cuando hay una patología".
En declaraciones a Europa Press, Postigo añade que la evidencia científica "demuestra" que los partos en casa son una opción "totalmente válida y segura", y pone como ejemplo un estudio elaborado en Inglaterra en noviembre de 2011 que determinó que el alumbramiento en domicilios "es igual de fiable que el parto en el hospital".
Incluso, defiende que en los partos en casa se producen menos intervenciones y se hacen menos maniobras innecesarias, mientras que los resultados a nivel de morbimortalidad demuestran que son intervenciones "igual de seguras" que los nacimientos hospitalarios.
El estudio al que hace referencia comparó partos en hospitales con alumbramientos en casa "planificados". Y es que la mujer que desea dar a luz en casa "debe pasar una selección" y se escogen a aquellas que tienen embarazos de bajo riesgo, sin complicaciones, y que no tengan patologías previas como diabetes o hipertensión, por ejemplo, o que puedan tener un parto prematuro.
DIFICULTADES EN LOS PARTOS
La estadística del INE refleja que algunos de estos alumbramientos requieren maniobras o intervenciones quirúrgicas para su finalización. Son los denominados partos distócicos, que se pueden producir tanto en centros hospitalarios, donde reciben la consiguiente atención sanitaria, como en las casas de las parturientas.
La cifra de alumbramientos de este tipo varía en los últimos años. Según la estadística, en 2006 se produjo un sólo parto distócico en intervenciones asistidas por personal sanitario en domicilios de la Región; una cifra que se elevó a cinco en 2007; y diez en 2008; mientras que no se registró ni uno en los años 2009 y 2010.
Postigo, quien también es Matrona de Primaria, confirma que hay un 10 por ciento de partos en casa que hay que derivar al hospital, pero no necesariamente porque haya dificultades, sino porque hay veces en las que la parturienta decide que quiere irse al centro sanitario y, otras veces, porque el parto se estaciona y no evoluciona, por una mala posición en la que el bebé no desciende.
"Normalmente no son emergencias extremas, sino situaciones que se prevén", según Postigo, quien añade que la mujer que pare en casa "se monitoriza en todo momento, y si en algún momento hay algún indicio o signo de que el ritmo cardiaco no está bien, por ejemplo, o aparecen aguas teñidas, se le traslada al hospital".
De hecho, a la hora de admitir a una mujer para parir en casa, Postigo dice que la matrona lo primero que tiene que tener presente es el hospital al que se derivaría en caso de que la parturienta lo necesite o lo requiera. Además, las matronas van equipadas con material y medicación para atender casos de urgencia, como una hemorragia.
PERFIL DE LA PARTURIENTA A DOMICILIO
Postigo describe a la mujer que quiere parir en casa como una persona formada, con un nivel cultural medio-alto, que ha leído mucho y que tiene muy claro que tiene el control de su vida, de su proceso y de su maternidad". Por desgracia, indica que muchas veces vienen de una experiencia previa muy negativa en un hospital, donde "se han sentido maltratadas y se les ha privado de su autonomía".
De hecho, indica que hay un 16 por ciento de mujeres que sufren un estrés postraumático debido al parto en el hospital. Incluso, algunas de estas mujeres han dado a luz mediante una cesárea que no consideran justificada, probablemente porque "no les han dejado el tiempo que necesitaba su cuerpo para avanzar".
Por el contrario, dice que el parto en casa se caracteriza por "respetar la libre expresión de la fisiología de la mujer", y la gran ventaja que tiene es que "no existen los relojes", mientras que en los hospitales "hay una serie de protocolos y el tiempo siempre corre en contra de la parturienta" porque "hay mujeres esperando y las camas tienen que quedarse libres para entrar otras mujeres".
El ritmo en el parto en casa lo marca la mujer, al igual que el lugar en el que pare. Por ejemplo, indica que hay mujeres que se meten en la bañera o en la piscina para calmar el dolor "y luego no quieren salir porque se encuentran muy a gusto" y finalmente, paren en el agua.
Postigo ha defendido la formación de la matrona, una especialidad a la que no es posible acceder directamente en España. Previamente deben de tener la titulación en Enfermería para pasar posteriormente una prueba de selección y pasar dos años como residente para, al final, obtener la titulación de especialista en ginecología y obstetricia.