MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) ha presentado una guía para prescripción de la técnica de diagnóstico mediante Tomografía por Emisión de Positrones (PET), con la que se establecen nuevos criterios basados en la evidencia científica que amplían las indicaciones y la financiación de estas pruebas entre sus mutualistas.
Esta técnica, que tiene un coste de entre 800 a 1.400 euros, sólo se financiaba por las entidades aseguradoras asociadas a MUFACE cuando se utilizaba en las 23 indicaciones contempladas en la ficha técnica del único radiofármaco aprobado para ser utilizado en esta prueba. Sin embargo, la evidencia científica venía demostrando en los últimos años que su uso podía ser eficaz para el diagnóstico o seguimiento de otros tumores.
De hecho, y en virtud de una norma que regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales bajo uso tutelado, hasta un 24 por ciento de las pruebas PET que se realizan en España están motivadas por indicaciones no autorizadas en la ficha técnica.
Esto provocó que "muchos asegurados se vieran obligados a pagar esta prueba de su bolsillo", como ha recordado la directora del Departamento de Prestaciones Sanitarias de Muface, Concepción Vera.
Sin embargo, y gracias a la revisión de una extensa bibliografía y numerosos ensayos clínicos, esta guía permite incrementar el número de indicaciones PET para algunos tumores como los de cabeza y cuello, linfomas, cáncer de pulmón y tumores del sistema nervioso central y, por otro lado, se amplía su uso en otros tumores no contemplados en la ficha técnica, especialmente en el cáncer de cérvix, los sarcomas y los tumores estromales gastrointestinaes (GIST).
En total, los autores de esta guía recomiendan su uso en 23 tumores, cuando sólo está autorizado en 12, y amplían sus indicaciones con 26 nuevas recomendaciones y 38 propuestas, éstas últimas condicionadas a que "el médico justifique su uso en la historia clínica del paciente".
Entre esta ampliación de indicaciones, a partir de ahora se recomienda para el diagnóstico inicial en tumores de cabeza y cuello, tumores primarios del sistema nervioso central y sarcomas, y se propone en tumores de vías biliares.
Asimismo, para la estadificación inicial, se aconseja su uso en cáncer de cérvix, GIST, sarcomas y tumores de vías biliares, y se propone en útero, ovario, riñón, testículo y hepatocarcinoma, "siempre que el médico justifique su uso en la historia clínica del paciente".
MÁS USOS PARA EL SEGUIMIENTO DE TUMORES
Por otro lado, y aunque la ficha técnica del radiofármaco no indica su uso para el seguimiento de ningún tumor, en esta revisión sus autoras han comprobado la utilidad del PET en pacientes con cáncer de cérvix y melanoma, al tiempo que se propone su uso en el seguimiento de otros siete tumores: cabeza y cuello, GIST, ovario, cáncer de pulmón en células no pequeñas, tumor primario del sistema nervioso central, vejiga y sarcomas.
Según ha reconocido el catedrático jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico San Carlos, José Luis Carreras, esta guía "aparece en el momento oportuno" para "clarificar" el uso de esta técnica.
"Esta técnica ya no es tan cara y, si se usa correctamente, se pueden evitar tratamientos e intervenciones innecesarios y ahorrar mucho dinero al sistema sanitario", ha recordado este experto, que fue el primer médico y, a su vez, el primer paciente que utilizó esta técnica en España.
