Muchos tratamientos para el dolor de espalda conllevan "riesgos innecesarios"

EP
Actualizado: martes, 17 marzo 2009 19:25

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 200 tipos de medicamentos, inyecciones, técnicas quirúrgicas e implantes empleados en la actualidad por los médicos para tratar los dolores de espalda podrían generar "riesgos innecesarios al paciente" y "costes superfluos" a la sanidad privada y al Sistema Nacional de Salud (SNS), por haberse puesto en el mercado sin haberse probado antes su coste-eficacia y seguridad respecto a otras técnicas empleadas antes en su campo.

Esta es la denuncia realizada hoy en rueda de prensa por el doctor Gerard Urrutia, del Servicio de Epidemiología y Salud Pública del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona, y por el doctor Francisco M.Kovacs, director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), los españoles coautores del artículo publicado hoy en 'Spine' titulado '¿Es la investigación sobre dolencias de espalda un campo minado?'.

Según el doctor Kovacs, director del Departamento Científico de la Fundación Kovacs, detrás de esta peligrosa y cara situación están los "intereses económicos de la industria" de los productos sanitarios y la "actitud permisiva" de las autoridades sanitarias, que permiten la comercialización de estos artículos sin que pasen antes unos controles científicos y objetivos que demuestren su coste-eficacia.

"La industria usa estrategias cuestionables para maximizar sus ventas. Por ejemplo, patrocina estudios que no evalúan los aspectos verdaderamente importantes para la evolución de los pacientes, sino que se centran en los aspectos ventajosos del producto", criticó.

Asimismo, según el experto, estas empresas "suelen manipular a su favor todas las fases de esos estudios --desde su diseño hasta sus objetivos y el análisis de sus resultados--, y en numerosos casos, influye en su publicación, aumentando de forma artificial el número de publicaciones favorables, impidiendo o retrasando el resto".

AUTORIDADES SANITARIAS "PERMISIVAS"

A esta situación se suma, según el doctor Kovacs, que las autoridades sanitarias "no controlan con suficiente rigor el proceso de evaluación de las tecnologías sanitarias", llegando incluso a aprobar su venta "sin pasar ninguna evaluación, aplicándolas directamente a los pacientes sin saber si son útiles o seguras".

Y es que las autoridades sanitarias "no disponen de mecanismos que les permitan recoger de forma sistemática todos los datos que genera el uso de una tecnología sanitaria en la práctica, cuyo análisis permitiría comprobar su efecto real, detectar complicaciones imprevistas y evitar el coste inútil de su uso en casos inadecuados".

Para el doctor Urrutia, del Centro Cochrane Iberoamericano, la actual situación está "cuestionando la calidad y la imparcialidad de las investigaciones científicas sobre las tecnologías sanitarias" y conduciendo por tanto, a una atención médica "ineficaz, innecesariamente peligrosa y cara", que "dificulta la innovación" y "amenaza la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud".

Los expertos aseguran que cambiar esta dinámica "es posible", aplicando en toda España procesos de evaluación de tecnologías sanitarias similares al puesto en marcha con éxito en Baleares sobre la implantación de la intervención neurorreflejoterápida (NRT), que ha demostrado que se puede evaluar las tecnologías no farmacológicas "con el mismo rigor que los fármacos", asegurar que cada técnica se emplea "en los casos adecuados" y que los resultados son óptimos.