Hijos enfermos, los padres no tienen claro cuándo deben quedarse en casa

Niña durmiendo, dormida, cama
FLIKR/KATRINA BR*?#*!@ND
Actualizado: martes, 17 enero 2017 11:05

MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha revelado que muchos padres no tienen del todo claro cuando sus hijos están enfermos si tienen que quedarse en casa o pueden ir al colegio y, en ocasiones, hay quienes los dejan en cuarentena a pesar de que no habría problemas en que fueran a clase.

El trabajo se basó en los resultados de una encuesta a 1.442 padres con al menos un hijo de 6 a 18 años de los que hasta un 75 por ciento habían estado enfermos en su último año. Entre las preocupaciones que llevaron a los padres a dejarlos en casa estaba la preocupación de que su estado de salud empeorara o contagiaran su enfermedad a otros niños.

Los padres de los niños más pequeños (de 6 a 9 años) son los que refieren con más frecuencia preocupaciones relacionadas con la salud como consideraciones muy importantes a la hora de dejar al niño en casa.

De igual modo, los síntomas también marcan la diferencia ya que la mayoría de los padres (80%) no suelen llevar al niño al colegio cuando tienen diarrea pero hay menos consenso cuando tienen vómitos (58%) o fiebre leve (49%). Además, pocos padres suelen llevarlos cuando tienen los ojos rojos o llorosos, aunque no tengan fiebre (16%) o secreción nasal, tos seca o fiebre (12%).

"Los padres a menudo tienen que decidir sobre si la enfermedad de su hijo justifica que se queden en casa", ha reconocido Gary Freed, autor del estudio que anima a los padres a estar especialmente sensibles a determinados síntomas como la diarrea o los vómitos, a la hora de tomar una decisión.

Además, el estudio muestra como la logística también influye en la decisión de mantener a un niño en casa ya que hasta un 11 por ciento admite que para ellos es muy importante no perder un día de su trabajo y hasta un 18 por ciento los llevan por no tener a nadie con quien dejar al menor.

Un problema que deja de serlo a medida que los niños crecen, ya que hasta un 32 por ciento de los padres deja a sus hijos mayores quedarse solos en casa cuando están enfermos.