MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Médicos sin Fronteras (MSF) ha reclamado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una mayor inversión para prevenir y dar respuesta a los brotes de cólera, malaria, sarampión, meningitis y otras enfermedades causadas por virus o parásitos ante el potencial de convertirse en epidemias a lo largo de este año.
"Todas ellas podrían llegar a convertirse en serios problemas de salud pública", según ha denunciado esta entidad coincidiendo con la reunión de la junta directiva que el organismo de Naciones Unidas celebra estos días en Ginebra (Suiza).
MSF ha reconocido que las estrategias actuales para prevenir grandes brotes de enfermedades no son del todo eficaces y, prueba de ello, es que siguen produciéndose epidemias que, a menudo, tienen consecuencias devastadoras para los países menos desarrollados, ya que causan numerosas muertes y agotan los recursos disponibles.
"Sabemos que este año miles de vidas correrán peligro, a pesar de que existen medios para prevenir estas muertes", ha alertado la doctora Mónica Rull, portavoz de MSF, que recuerda que "cada año se producen epidemias de cólera, malaria, sarampión y meningitis que incapacitan y matan a muchas personas".
Al mismo tiempo, hay que hacer frente a la amenaza que suponen las enfermedades emergentes y reemergentes propagadas por virus y parásitos, tales como la fiebre del dengue, el zika, el Ébola y el kala azar.
Por ello, junto con las medidas de prevención deben proporcionarse recursos para desarrollar sistemas eficaces de respuesta ante emergencias.
Sin embargo, inciden, aún debe hacerse mucho más para ayudar a los países a fortalecer sus infraestructuras y capacidades sanitarias y proporcionar educación en salud a las comunidades locales.
MECANISMOS Y ACCIONES DE RESPUESTA RÁPIDA
Los mecanismos de alerta temprana deben ir acompañados de acciones de respuesta rápida cuando se produce el brote de una enfermedad, proporcionando atención médica gratuita y de calidad a todos los afectados.
Además, se debe reorientar la agenda de investigación y desarrollo (I+D) hacia el bien público, asumiendo que no se puede contar con las fuerzas del mercado para distribuir herramientas eficaces, accesibles y asequibles a grupos de población desatendidos.
MSF señala que el primer paso para la seguridad sanitaria global es la seguridad sanitaria individual, lo que incluye a las personas más enfermas y vulnerables.
"Las estrategias actuales de respuesta a los brotes fallan a las mismas personas para las que son diseñadas", dice la doctora Rull, que admite que si no se ponen marcha "cambios significativos" se podrían repetir "los mismos errores del pasado".