MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los profesionales sanitarios españoles presentaban, tras la primera ola, un "alto riesgo" de sufrir un trastorno mental, según un informe realizado por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
El informe desvela un aumento de más del 50 por ciento de síntomas de depresión, ansiedad e insomnio en el personal de UCIs, Urgencias y Emergencias, plantas de hospitalización médica con pacientes COVID-19, y Atención Primaria y residencias.
Con relación a esta cuestión, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental 2021, SEMES se ha unido a la iniciativa de la OMS que, tras más de 18 meses desde el inicio de la pandemia, apela por una 'Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad'.
"Haber estado frente al virus ha traído grandes consecuencias en la salud mental de los profesionales sanitarios de Medicina de Urgencias y Emergencia y reconocemos que nuestros médicos, enfermeros y técnicos están sufriendo los efectos de estos duros meses. Queremos hacerlo visible y, desde luego, trabajar en la salud mental de nuestros profesionales", ha comentado la coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de SEMES, Iria Miguéns.
SEMES, tal y como señalan, ha liderado un proyecto para implementar un plan de actuación ante el incremento de casos de enfermedad mental atendidos en los servicios de urgencias españolaes. Casi tres millones de personas tiene un diagnóstico de depresión en España, lo que la convierte en la enfermedad mental más prevalente.
Además, cada dos horas y media se suicida una persona, siendo el suicidio la causa externa de mortalidad más frecuente. Estos datos se han visto agravados durante el año 2020 y las consecuencias siguen presentes, también en los profesionales sanitarios.