Pediatras defienden su inclusión en el calendario vacunal para que esté financiada o, al menos, que pueda tener copago
MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los padres con hijos menores de 5 años desconoce que en España es posible vacunar a los niños contra el rotavirus, causante de la mayor parte de las gastroenteritis agudas en lactantes y niños pequeños, pese a que desde 2006 hay autorizadas dos vacunas que no cuentan con financiación pública.
Así se desprende de los resultados de un estudio de opinión elaborado por la consultora Nielsen y Sanofi Pasteur MSD, compañía que desarrolla y comercializa una de las dos vacunas disponibles, que muestra además como entre quienes sí conocen su existencia hasta tres de cada cuatro ya han vacunado a sus hijos (59%) o piensan hacerlo próximamente (14%).
El trabajo, realizado en 200 padres y madres de menos de 45 años que tenían al menos un hijo menor de 5 años, buscaba analizar su nivel de conocimiento y percepción sobre esta causa de gastroenteritis y su vacunación.
Según estima Francisco Álvarez, miembro del Comité Asesor de Vacunas de Asturias, en España se producen unas 250.000 infecciones por rotavirus y unas 7.500 hospitalizaciones, ya que es responsable de uno de cada tres casos de diarrea en niños, sobre todo en bebés de 6 meses a 2 años.
Las dos vacunas disponibles no están incluidas en el calendario de vacunación del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, por tanto, no cuentan con financiación pública, por lo que los padres deben asumir íntegramente los cerca de 200 euros que cuestan.
Pese a ello, la encuesta reveló como sólo el 46 por ciento de los participantes sabía que hay una vacuna para prevenir estas infecciones mientras que el 54 por ciento restante desconoce su existencia. Álvarez reconoce que el porcentaje de desconocimiento es elevado ya que la mayoría de pediatras están sensibilizados con la vacunación e informan de ello a los padres "con independencia de que no esté financiada".
Además, cree que una de las causas de este desconocimiento puede ser la "sensación errónea de que no es una enfermedad muy grave" o al hecho de que, como consecuencia del déficit actual de pediatras, en muchas comunidades autónomas las consultas de Pediatría estén siendo atendidas por médicos de Atención Primaria que "están peor formados en materia de vacunas".
Por su parte, el coordinador médico de la Unidad de Estudios e Investigación del Instituto Hispalense de Pediatría, Ignacio Salamanca, reclama una mayor implicación de los profesionales ya que "no es lo mismo informar de esta vacuna que hacer una recomendación activa", y pide que se unan en esa labor el personal de Enfermería y los farmacéuticos.
El estudio muestra además como, de quienes sí la conocen, hasta un 27 por ciento admite que no ha vacunado a su hijo. Además de evitar los posibles efectos secundarios o no verlo necesario, ambos expertos consideran que el principal motivo de no administrarla a sus hijos es económico.
SI NO SE FINANCIAN, QUE AL MENOS TENGAN COPAGO
De hecho, defienden que las vacunas que no estén incluidas en el calendario vacunal y financiadas íntegramente "al menos puedan considerarse como el resto de medicamentos de financiación pública" y se les pudiera aplicar un copago, ha detallado Álvarez, ya que así permitiría aliviar el impacto económico que su compra supone para las familias.
"Todavía nos preguntamos cómo no está financiada a pesar de que hay estudios que demuestran que es rentable", según este experto, que ha reconocido que en Europa hay algunos países que sí la tienen en calendario vacunal, como Reino Unido, Austria, Finlandia o Bélgica, entre otros.
De hecho, un trabajo muestra que vacunar a todos los recién nacidos supondría un ahorro de 28 millones de euros al año para el Sistema Nacional de Salud (SNS), tanto en costes directos como indirectos y descontando el gasto en comprar las vacunas, que además se abarataría al hacerlo mediante compras conjuntas y acuerdos marco.
Sobre todo, ha explicado Álvarez, porque se evitarían unas 5.300 hospitalizaciones y unas 17.000 visitas a Urgencias. De hecho, los datos del estudio muestran como tres de cada 10 hijos de los encuestados han tenido que ser hospitalizados o visitar urgencias debido a una infección por rotavirus. Más concretamente, el 56 por ciento fueron ingresados una vez, el 33 por ciento dos veces y un 11 por ciento tres veces o más.