MADRID 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los microbiólogos han destacado la necesidad de establecer las relaciones funcionales que permitirán extender el 'corta y pega' genético para conocer las estructuras de la transmisión genética y su forma de comportarse.
"Estamos mejorando las técnicas de secuenciación, pero todavía no entendemos bien los mecanismos de transferencia lateral de información (la transmisión genética que ocurre entre organismos sin relación de parentesco directo), por ejemplo entre procariotas y eucariotas o los de variabilidad poblacional en especies únicas y qué influencia pueden tener en su interacción con el genoma humano", ha explicado el jefe del servicio de Microbiología Clínica del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, Benito Regueiro.
Y es que, la aparición de resistencias, la mejora tecnológica y la conclusión de que la variabilidad genética radica en el microbioma o metagenoma, en lugar de en el genoma, hace que el papel de los especialistas en Microbiología sea cada día más relevante, tal y como explica el doctor Regueiro.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), Ramón Cisterna, ha comentado que los microbiólogos cuentan con un abanico de posibilidades que se incrementan a medida que aparecen nuevos retos. "La aparición de microorganismos emergentes supone un elemento importante en la actividad del microbiólogo, pero no es menos importante que la actividad diaria centrada en resolver problemas relacionados con la infección tanto a nivel hospitalario como comunitario", ha apostillado.
Para estos especialistas, el análisis de los microorganismos como buenos o malos resulta simplista y es necesario analizar las asociaciones microbianas y su contexto en lugar de realizar estudios de estos elementos de forma aislada.
ASOCIACIÓN DIRECTA ENTRE LOS MICROORGANISMOS Y LA ENFERMEDAD
"Hay una asociación directa entre la presencia de determinados microorganismos y la enfermedad. Esa relación es causal, sin intermediación de ningún otro factor, en los microorganismos patógenos. Otros, denominados 'oportunistas', necesitan otros elementos y el deterioro de los mecanismos defensivos para producir la enfermedad resultante de una infección. Por último hay un tercer grupo de microorganismos a los que cada vez se les presta una mayor atención y que, en conjunto, configuran lo que se denomina microbiota humana", ha enfatizado el experto.
Precisamente estas asociaciones de microorganismos establecen mecanismos más relacionados con la salud humana en su conjunto y poco con la infección. Ante esto, el doctor Cisterna ha defendido que la búsqueda y el mantenimiento de un determinado perfil de microrganismos condiciona la salud o enfermedad, especialmente importante en el caso de la microbiota intestinal, ya que está asociado a situaciones de perfil inmunológico, metabólico o incluso de comportamiento por el establecimiento de ese eje funcional entre cerebro e intestino.
Dicho esto, el presidente de la AMYS ha descrito la situación actual como el 'dilema de la interpretación', un fenómeno que influye en el estudio de papel de los microorganismos en alergias, autoinmunidad, obesidad y otras muchas patologías, una relación que está por descubrir. En esta misma línea, se muestra el doctor Regueiro, quien recuerda que en la década de los 80 apenas se conocían 1.791 especies diferentes, una cifra que asciende a 12.000 en la actualidad.
"La biología molecular ha permitido descubrir que hay otros microorganismos que no cultivamos y la espectrometría de masas (MALDI-TOF) ha logrado la mejor caracterización (proteómica) de las especies que aislamos. Esto supone un acortamiento a la hora de caracterizar a los microorganismos y la posibilidad de mejores tratamientos", ha zanjado el catedrático y jefe del servicio de Microbiología Clínica del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo.