MADRID, 18 Feb. (EDIZIONES) -
Existen muchas ideas erróneas sobre qué es y cómo funciona la memoria, alguna compartida por profesionales de la biología, la medicina o la psicología no especialistas en este ámbito. Trauma, inconsciente y amnesia son a veces relacionados sin una suficiente base científica.
Según explica a Infosalus el doctor Antonio L. Manzanero, profesor e investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, cuando hablamos de memoria y otros procesos cognitivos complejos resulta muy difícil extrapolar a los humanos los descubrimientos realizados ya que la capacidad para recordar es, hasta que se demuestre lo contrario, una alta capacidad exclusiva de nuestra especie.
"El principal error tiene que ver con considerar a la memoria como un sistema unitario, cuando lo correcto es hablar de memorias en plural, dado que existen diferentes tipos de memoria independientes unas de otras en muchos casos", señala Manzanero.
Así, el investigador apunta que hay que distinguir entre:
·Memoria procedimental: que se ocupa de las habilidades, cosas que sabes hacer, y que está basada en el entrenamiento.
·Memoria semántica: se ocupa del conocimiento, es una memoria acontextual sobre la que no tenemos conciencia de cuándo y cómo la adquirimos, y que se basa en procesos de aprendizaje.
·Memoria episódica: es la encargada de los recuerdos, es contextual y con la conciencia de cuándo, dónde y cómo se adquirió, así como qué relación tiene con nuestra biografía.
"Para la memoria episódica es necesario tener conciencia de uno mismo, y sólo la especie humana la tiene; y, aunque hay algunas investigaciones que apuntan que quizá otras especies cercanas podrían tener conciencia de individuo, hay diferencias cualitativas importantes con la capacidad de auto-conciencia humana", comenta Manzanero, co-autor junto a Miguel Ángel Álvarez de 'La memoria humana. Aportaciones desde la neurociencia cognitiva' (Pirámide, 2015).
TRAUMAS Y FALSOS RECUERDOS
Un tipo de memoria episódica son las memorias autobiográficas y entre estas últimas se encuentran las memorias traumáticas. Se ha investigado mucho sobre las memorias traumáticas y existen varias teorías que proponen que serían un tipo 'especial' de memoria.
Sin embargo, algunas investigaciones muestran que esas diferencias con otros tipos de memorias no son tan importantes como inicialmente se pensaba. Generalmente las memorias traumáticas se caracterizan por ser muy accesibles (incluso aunque haya pasado mucho tiempo), muy focalizadas en la información central de los hechos traumáticos, pero muy poco detalladas, con emociones intensas asociadas y en algunos casos la sensación de que por mucho tiempo que pase jamás se olvidarán, e incluso que son inmunes al deterioro causado por diferentes factores.
"No obstante, esta sensación es falsa. Precisamente porque son muy accesibles (fáciles de recordar, aunque difíciles de expresar) se deterioran más que otro tipo de memorias, siendo común que se recuerden cosas que no ocurrieron", comenta Manzanero.
Para el investigador, la existencia de las memorias reprimidas es un mito jamás probado por la ciencia y, en contra de lo que algunos creen, las amnesias no forman parte del recuerdo de hechos traumáticos.
"El problema de las víctimas en general es que quieren olvidar pero no pueden, se confunde así no querer hablar del tema con haber olvidado. Estudios que hemos realizado en España, Chile y la Franja de Gaza sobre las características de las memorias traumáticas así lo confirman", concluye Manzanero.
