MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las muertes por enfermedad cardiaca han disminuido en las últimas décadas, pero estas disminuciones no se han producido en mujeres menores de 50 años. Una nueva revisión publicada en 'CMAJ' ('Canadian Medical Association Journal') proporciona orientación para que los médicos identifiquen y traten a mujeres premenopáusicas con alto riesgo de enfermedad cardiaca.
"Abordar la salud cardiovascular en mujeres menores de 50 años requiere pensar diferente de los factores de riesgo tradicionales en la prevención primaria", afirma la cardióloga Beth Abramson, del Hospital St. Michael's y de la Universidad de Toronto, en Toronto, Ontario (Canadá), con coautores.
La revisión se basa en la evidencia más reciente y de alta calidad publicada de 2008 a 2018. Entre los puntos clave, cabe destacar que la diabetes, el síndrome metabólico y el tabaquismo son factores de riesgo más fuertes en las mujeres más jóvenes y que las mujeres más jóvenes con disfunción ovárica pueden tener mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
La menopausia temprana debido a intervenciones quirúrgicas o químicas puede ser un factor de riesgo y las complicaciones del embarazo, como la hipertensión gestacional y la preeclampsia, están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, hay datos limitados y contradictorios sobre si los tratamientos de infertilidad son un factor de riesgo, por lo que se necesita más investigación.
PRUEBAS DE DETECCIÓN TEMPRANA
"Un desafío en la evaluación de riesgos es abordar la subpoblación en riesgo elevado dentro de un grupo de menor riesgo --escriben los autores--. Las herramientas de evaluación de riesgo actuales se basan en gran medida en la edad y los factores de riesgo tradicionales y tienden a subestimar el riesgo en ciertos grupos de mujeres jóvenes que están en mayor riesgo".
Los autores sugieren que las mujeres premenopáusicas con estos factores de riesgo deben someterse a pruebas de detección temprana para detectar enfermedades cardiovasculares con un seguimiento cercano y consejos sobre modificaciones en el estilo de vida cuando sea apropiado. Los médicos deben poner más énfasis en los factores de riesgo específicos del sexo en las mujeres más jóvenes, como la preeclampsia y otras complicaciones del embarazo, la infertilidad y las tecnologías reproductivas.
Identificar a mujeres premenopáusicas de mayor riesgo, que tradicionalmente se han considerado de bajo riesgo para eventos futuros, es un paso importante para mejorar la salud cardiovascular de las mujeres jóvenes, según los autores, quienes apuntan que empezar a conversar con estas mujeres en riesgo es el primer paso en la prevención.