MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Acción Global para las Infecciones Fúngicas (GAFFI por sus siglas en inglés) asegura que un mejor acceso a un diagnóstico rápido y al tratamiento antifúngico efectivo podría evitar algo más de un millón de muertes hasta 2020.
Así lo demuestra un estudio, promovido por la organización y realizado por el profesor David W. Denning de la Universidad de Manchester (Reino Unido), que sugiere que se está desaprovechando la oportunidad de salvar muchas vidas.
Para esta investigación, que ha sido publicada en 'Philosophical Transactions of the Royal Society', se han usado los datos de 2013, año en el que murieron 1,5 millones de personas por sida. Según el análisis unas 700.000 (47%) fallecieron de alguna de las cuatro infecciones fúngicas más frecuentes, mientras que otras 360.000 (24%) lo hicieron por tuberculosis.
Desde GAFFI afirman que, de no producirse nungún cambio, en 2020 740.000 muertes por sida se producirán por el mal control de las infecciones fúngicas. Mientras que, basándose en estudios reales que demuestran el impacto que tiene la disponibilidad de diagnóstico y tratamiento con antifúngicos genéricos, de mejorar la situación actual se podría reducir esta cifra hasta 426.000 (42%).
Si se continúa sin centrar esfuerzos en los pacientes con infección avanzada por VIH, de los que el 47% padecen una infección fúngica, no se podrá alcanzar el objetivo de ONUSIDA de menos de 500.000 muertes anuales para 2026. La adherencia al tratamiento es un factor importante, pero la principal preocupación de GAFFI es la presentación tardía de la enfermedad con una infección fúngica sobrecogedora.
En el tercer aniversario de la creación del GAFFI, creada para conseguir el acceso global al diagnóstico y al tratamiento de las infecciones fúngicas, hace un llamamiento "urgente" a centrar la atención y los esfuerzos en las infecciones oportunistas prevenibles, que son la causa más frecuente de la muerte de los pacientes con sida cuya edad media al morir es de 35 años.
"El sida mata a demasiadas personas, la mayoría de ellos adultos en la plenitud de su vida. Nuestro análisis revela que diagnosticar y tratar las enfermedades fúngicas que complican la infección por VIH llevaría a disminuir la mortalidad por sida a corto plazo", señala Denning.
LLAMADA DE ATENCIÓN A DONANTES
Este experto entiende que es necesario realizar una llamada de atención a donantes, filántropos, organizaciones de salud pública nacionales e internacionales, organizaciones no gubernamentales y gobiernos para que se involucren en la consecución de la reducción de mortalidad propuesta por ONUSIDA.
"Nuestras proyecciones revelan que si el 60% de los que lo necesitan tuvieran acceso al diagnóstico y tratamiento, se podrían salvar más de 300.000 vidas cada año. Por tanto, en 2020 se habrían salvado más de un millón de personas, ayudando a cumplir el objetivo de reducción de la mortalidad de ONUSIDA a 500.000 muertes anuales", manifiesta el experto.
Por su parte, doctora Meg Doherty del Departamento de VIH/Sida y del Programa Mundial contra la Hepatitis de la Organización Mundial de la Salud, recuerda que "la epidemia de VIH es uno de los mayores retos de la salud mundial".
"Felicitamos a GAFFI por llamar la atención sobre la falta de acceso al diagnóstico y tratamiento de las infecciones fúngicas en las personas VIH. Necesitamos definir con exactitud la contribución de las infecciones fúngicas a la morbilidad y la mortalidad del VIH y asegurar que nuestras recomendaciones actuales sobre la detección y el tratamiento de las infecciones fúngicas se implantan en todos los países. Para salvar vidas, el diagnóstico temprano y el tratamiento del VIH debería ser una prioridad", ha concluido.