Medidas sencillas y baratas para conseguir una cirugía más segura para miles de pacientes en el mundo

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Publicado: jueves, 3 noviembre 2022 7:54

MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

Expertos en atención quirúrgica han publicado dos estudios en la revista 'The Lancet' que ayudarán a proporcionar una cirugía más segura a miles de pacientes en todo el mundo, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.

Los investigadores descubrieron que el cambio rutinario de guantes e instrumentos justo antes de cerrar las heridas podría reducir significativamente las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ), la complicación postoperatoria más común del mundo.

En segundo lugar, probaron un nuevo conjunto de herramientas que puede hacer que los hospitales estén mejor preparados para las pandemias, las olas de calor, las presiones invernales y las catástrofes naturales, lo que podría reducir las cancelaciones de procedimientos planificados en todo el mundo.

Los pacientes de los países de ingresos bajos y medios se ven desproporcionadamente afectados por las infecciones de las heridas, pero tras un ensayo del procedimiento en Benín, Ghana, India, México, Nigeria, Ruanda y Sudáfrica, los investigadores descubrieron que un cambio rutinario de guantes e instrumentos durante el cierre de las heridas abdominales podría prevenir hasta 1 de cada 8 casos de ISQ.

El ensayo ChEETAh fue financiado por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria (NIHR) del Reino Unido. Los investigadores piden que se generalice esta práctica, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios.

El coautor, Aneel Bhangu, de la Universidad de Birmingham, explica que "la infección de la zona quirúrgica es la complicación postoperatoria más común del mundo, una carga importante tanto para los pacientes como para los sistemas sanitarios".

"Nuestro trabajo demuestra que el cambio rutinario de guantes e instrumentos no sólo se puede llevar a cabo en todo el mundo, sino que también reduce las infecciones en una serie de entornos quirúrgicos --prosigue--. Adoptar esta sencilla medida podría reducir las ISQ en un 13%, de forma sencilla y rentable".

Los pacientes que desarrollan ISQ experimentan dolor, discapacidad, mala cicatrización con riesgo de ruptura de la herida, tiempos de recuperación prolongados y desafíos psicológicos. En los sistemas sanitarios en los que los pacientes tienen que pagar por el tratamiento, esto puede ser un desastre y aumenta el riesgo de que los pacientes se vean sumidos en la pobreza tras su tratamiento.

La práctica sencilla y de bajo coste de cambiar los guantes y el instrumental justo antes de cerrar la herida es algo que pueden hacer los cirujanos en cualquier hospital del entorno, lo que supone un enorme impacto potencial.

Los expertos de la Unidad de Investigación Sanitaria Global de los Institutos Nacionales de Salud (NIHR) sobre Cirugía Global también han dado a conocer en The Lancet su Índice de Preparación Quirúrgica (IPQ), un estudio clave que evalúa el grado en que los hospitales de todo el mundo fueron capaces de continuar con la cirugía electiva durante el COVID-19.

Los investigadores identificaron las diferentes características de los hospitales que los hacían más o menos "preparados" para los momentos de mayor presión. Utilizaron el COVID-19 como ejemplo importante, pero destacaron que los sistemas sanitarios se ven sometidos a tensiones de todo tipo cada año, desde presiones estacionales hasta catástrofes naturales, pasando por guerras.

Un equipo de médicos de 32 países diseñó el IPQ, que puntúa a los hospitales en función de su infraestructura, equipamiento, personal y procesos utilizados para ofrecer cirugía electiva. Cuanto más alta sea la puntuación del IPQ resultante, más preparado estará el hospital para las interrupciones.

Tras crear la herramienta IPQ, los expertos pidieron a 4.714 médicos de 1.632 hospitales de 119 países que evaluaran la preparación de su departamento quirúrgico local. En general, la mayoría de los hospitales de todo el mundo estaban mal preparados y sufrieron un gran descenso en el número de procedimientos que pudieron realizar durante la COVID-19. El equipo descubrió que un aumento de 10 puntos en la puntuación del IPQ correspondía a cuatro pacientes más operados por cada 100 pacientes en lista de espera.

El autor principal, James Glasbey, de la Universidad de Birmingham, resalta que la nueva herramienta ayudará a los hospitales de todo el mundo a mejorar su preparación para las tensiones externas, desde las pandemias hasta las olas de calor, las presiones invernales y las catástrofes naturales.

"Creemos que ayudará a los hospitales a superar sus listas de espera con mayor rapidez y a evitar más retrasos para los pacientes --prosigue--. La herramienta puede ser completada fácilmente por el personal sanitario y los gestores que trabajan en cualquier hospital del mundo; si se utiliza con regularidad, podría proteger a los hospitales y a los pacientes frente a futuras perturbaciones".

El profesor Dion Morton, titular de la cátedra de cirugía Barling de la Universidad de Birmingham y director de investigación clínica del Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra, precisa que, "aunque no todas las muertes postoperatorias son evitables, muchas pueden prevenirse aumentando la inversión en investigación, formación del personal, equipamiento y mejores instalaciones hospitalarias. Debemos invertir en mejorar la calidad de la cirugía en todo el mundo", sugiere.

Por su parte, la doctora Sarah Puddicombe, Directora Adjunta de Salud Global en el Centro Coordinador del NIHR, sostiene que "este importante estudio ayuda a allanar el camino para que la cirugía sea significativamente más segura para miles de pacientes en todo el mundo".