MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Médicos del Mundo denuncia el impacto social que está causando el ébola en Sierra Leona, manifestado en el decrecimiento económico, cierre de centros educativos, falta de tratamiento de otras enfermedades, y freno a la tendencia positiva que el país estaba experimentando según el Índice de Desarrollo Humano, por lo que se necesita un apoyo internacional que no está llegando.
En este sentido, la organización considera que la cuarentena recientemente impuesta por su Gobierno "influirá negativamente" en este impacto social. Aunque se trata de una medida tradicional para proteger la salud pública, esta decisión extrema "solo debería adoptarse con la participación de la ciudadanía".
Además, el establecimiento de una cuarentena implica una capacidad de control de los movimientos de la población que "es difícil cumplir" cuando se somete a ella a un país entero.
"Es clave asegurar el acceso de la población a los bienes y servicios básicos durante el periodo de limitación de movimientos", sostiene la entidad, para evitar reacciones que pueden resultar contraproducentes a los objetivos pretendidos. De otro modo, medidas severas de este tipo "solo contribuirán a aumentar la desconfianza de la población de Sierra Leona en el Gobierno del país y en su sistema de salud".
Para la coordinadora de la intervención de Médicos del Mundo en Sierra Leona, Pino González, "hacen falta materiales, recursos económicos, personal cualificado y sobre todo un verdadero compromiso de la comunidad internacional ante el enorme problema de salud pública al que estamos haciendo frente. Y no se puede esperar más".
ESTUDIANTES DE MEDICINA Y ENFERMERÍA AYUDAN
Tras los fallecimientos de decenas de sanitarios a causa del ébola y el incremento de la demanda de personal para atender los 'check points', las unidades de aislamiento y los centros de tratamiento, "la falta de profesionales es tan acuciante" que en este país se está valorando que los estudiantes de las facultades de Medicina y Enfermería se coloquen también al frente de la atención sanitaria.
En este tiempo, el equipo de la organización ha formado a 50 personas de los 70 centros de salud del distrito, más el personal auxiliar del hospital de Kabala (otro medio centenar entre limpiadores, guardas, personal de ambulancias y cocina), 20 personas que trabajan en la unidad de aislamiento y 80 trabajadores de las ONG y la radio distrital, que cumple un importante papel en la difusión de los mensajes de prevención de la enfermedad. Además del propio equipo local de promotores de salud de la organización.
La actual sala de aislamiento del hospital de Kabala ha recibido ya a 20 personas con sospecha de ébola. Esta semana se terminará el trabajo para adecuar sus condiciones facilitando el respeto del protocolo de prevención. El centro de aislamiento del distrito de Koinadugu será construido a lo largo de las próximas cuatro semanas.