MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El coordinador del grupo de trabajo de Bioética y Profesionalismo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Antonio Blanco Portillo, ha destacado que los médicos internistas abogan por recuperar y reivindicar la vocación en el ejercicio de la profesión médica, que no siempre puede ser compensada con dinero.
Así lo ha señalado durante la X Reunión de Bioética y Profesionalismo, donde se ha reflexionado sobre si la crisis de vocación entre los profesionales actuales se relaciona con una crisis cultural que ha cambiado la idea tradicional del éxito, concebido como la satisfacción personal de cumplir objetivos vitales, por otra consistente en obtener recompensas monetarias.
"Cada vez son menos los profesionales que creen que la medicina es apostar por el cuidado de los enfermos, aunque eso pueda no estar pagado, y cada vez son más los discursos de 'no nos pagan para esto'. Suena duro, pero esa es la realidad de nuestra cultura: queremos profesionales que sepan servir, pero pareciera que cada vez son menos los que quieren servir realmente", ha aseverado Blanco Portillo.
En esta línea, el grupo de trabajo de Bioética y Profesionalismo de la SEMI ha reclamado que los médicos reciban formación en ética de los cuidados desde la universidad, donde en la actualidad se trata de un área no cubierta que los facultativos tienen que aprender a partir de referentes personales y en másteres de posgrado.
Frente a la importancia de que los sanitarios cuiden, dedicando el tiempo, pensamientos y presencia que necesita cada paciente, la realidad es que la ética de los cuidados se aplica "como se puede" en un sistema sanitario que habla de humanizar la medicina, cuando es el propio sistema el que la ha deshumanizado, según ha detallado Blanco Portillo.
"Hay servicios de urgencias con una dotación inferior a la que precisa por la realidad de la presión asistencial. Ningún médico puede llevar 20 pacientes en una urgencia a la vez, pero esa es la realidad que se impone. Áreas de urgencias que tienen camas que se duplican sin siquiera tener un número propio (...) Y en estas condiciones reales que describo no se puede humanizar la medicina", ha denunciado.
Asimismo, el experto ha criticado los protocolos médicos que convierten "en rutina" el acto clínico, que debería ser "individualizado". En este sentido, ha resaltado que el acto clínico no puede ser sometido a un protocolo porque sino no se necesitarían médicos, pues su trabajo podría realizarlo la inteligencia artificial (IA) y "no es así".
En este contexto, ha ensalzado la labor de los médicos internistas, que son el exponente del papel del médico en el cuidado del enfermo. Según ha subrayado, el internista "nunca piensa 'esto no me compete' y quiere lo mejor para el paciente, en todas sus esferas (social, espiritual, biológica) e integrando sus valores. El internista pasa la planta, la consulta, se sienta con el enfermo, comunica malas noticias", ha apuntado.
"O creemos que existe la vocación y reivindicamos la vocación y desde ahí exigimos respeto a nuestra profesión, a nuestro trabajo y a nuestros pacientes, o nos convertiremos en unos mercenarios. Y al mercenario se le calla con dinero. Pero a la vocación no se la calla con dinero. A la conciencia profesional y el profesional que se yerguen sobre el pedestal de la vocación no se les calla con dinero. Se les calla ofreciendo espacios, derechos y respeto a su trabajo", ha finalizado.