MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha alertado del aumento de ingresos en UCI de personas accidentadas mientras utilizaban un patinete eléctrico. Estos expertos han advertido de que las lesiones son similares a las provocadas por accidentes de moto o bicicleta, que hace que los pacientes presenten "traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración, con riesgo incluso de comprometer su vida".
"Son dispositivos a motor que pueden llegar a generar traumas que precisan de ingreso en Unidades de Medicina Intensiva, tanto al propio conductor como a terceros, en caso de atropello", ha explicado el doctor Pedro Enríquez, coordinador adjunto del Grupo de Trabajo de Neurointensivismo y Trauma de la SEMICYUC. Según sus cifras, la media de casos en las UCI de los hospitales de los principales núcleos urbanos de España está en unos dos al año, pero esta cifra "varía mucho" entre un centro y otro, al depender de lo que se hayan extendido los servicios de alquiler de patinete eléctrico y la generalización de su uso en cada ciudad.
Los casos más habituales son lesiones derivadas de traumatismos de alta energía, bien por impactos directos tras salir despedidos o al ser golpeados por otros vehículos. "Llama la atención que hasta un tercio de los pacientes tienen traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración, pudiendo llegar a comprometer su vida", ha asegurado.
Así, los cuadros de ingreso de estos pacientes en las UCI no difieren del de accidentados que manejaban otro tipo de vehículo. "Las lesiones son prácticamente iguales a las sufridas en los accidentes de bicicleta o moto. No hay que olvidar que la velocidad media de un patinete eléctrico puede llegar a superar los 20 km/h y que circulan por calzadas donde también lo hacen otros vehículos", ha apuntado Enríquez.
Aunque reconocen que "aún es pronto" para determinar un perfil de los accidentados, al ser un medio de transporte de uso reciente, los expertos de la SEMICYUC han trazado uno preliminar: personas jóvenes, menores de 40 años, preferentemente varones, sin casco y conduciendo a gran velocidad.
En este contexto, unidades de Cuidados Intensivos como la del Hospital Josep Trueta de Girona alertan de cada vez más ingresos por traumatismos craneoencefálicos graves en un plazo muy corto de tiempo. El jefe de servicio de Medicina Intensiva, Josep Maria Sirvent, informa de que han llegado a tratar a media docena de accidentados en los últimos cinco meses: "Suelen ser fruto de la imprudencia, al ir a gran velocidad por la acera y sin casco de protección. Chocan o frenan en elementos de la vía como las tapas de alcantarilla, pilonas...".
POSIBLES SECUELAS
Muchos de los casos necesitan de una hospitalización larga. "Requieren monitorización neurocrítica avanzada y tratamiento intensivo durante una media de 15 días, aunque algunos necesitan un período mayor de estancia en la UCI por persistir con una condición clínica de dependencia importante. Además, la mayoría necesita meses de rehabilitación intensa, que empezamos en la misma UCI desde el primer día. Quedan secuelas importantes al menos en los seis primeros meses, como dificultad para relacionarse y comunicarse con sus familiares, dificultad para ingerir los alimentos y para realizar las actividades de la vida diaria. La reincorporación laboral y la recuperación del trabajo u ocupación habitual previa al accidente, en general, requiere de varios meses de recuperación", ha relatado.
Los expertos llaman la atención sobre el "pobre uso" del casco entre los usuarios españoles de patinete eléctrico, especialmente entre los más jóvenes. "Nadie discute la efectividad de las medidas de protección en el caso de bicicletas y motos, por lo que no estaría de más su implantación también en estos vehículos. Debemos subrayar que se han dado casos de traumatismos craneoencefálicos graves que quizás se podrían haber evitado con el uso de casco. Dada la velocidad a la que circulan y la limitada capacidad de frenado que tienen estos artilugios, nuestra opinión es que debería ser obligatorio el uso del casco. En cualquier caso, recomendamos su uso encarecidamente en ausencia de obligatoriedad", ha concluido Enríquez.