MADRID 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de la organización médico-humanitaria de Médicos Sin Fronteras (MSF) ya está interviniendo en la población de Kibaale --en el oeste de Uganda-- para frenar la propagación del brote de fiebre hemorrágica del Ébola.
El brote, confirmado por el propio Gobierno ugandés y la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado sábado, ha causado al menos 14 muertos y se han notificado ya 36 casos sospechosos.
Según han explicado MSF, las prioridades en una epidemia de este tipo son identificar y atender a los pacientes y a las personas con las que hayan estado en contacto para poder controlar la epidemia, determinar las cadenas de transmisión de la enfermedad para limitar su propagación, y asegurar que los servicios médicos de emergencia siguen funcionando.
Médicos Sin Fronteras cuenta ya en la zona con un equipo de tres personas, de perfiles médico, logístico y administrativo, encargadas de realizar la primera evaluación de la situación y contratación de personal nacional.
Además, próximamente van a acudir un epidemiólogo y otros dos logistas especializados en agua y saneamiento. De esta forma, para el próximo fin de semana, MSF espera tener a cinco trabajadores más en la zona afectada, de perfil médico y logístico, y baraja la posibilidad de que este equipo incluya también un psicólogo.
"En este tipo de intervenciones, lo esencial es la rapidez de respuesta para encontrar el foco. Además, también es fundamental cuidar a los cuidadores, esto es, ayudar y trabajar codo con codo con los equipos sanitarios nacionales que ya están luchando para frenar la propagación del virus", ha explicado la responsable del equipo de Emergencias de MSF en la intervención de Ébola en Uganda, Olimpia de la Rosa.