MADRID 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras ha abierto en Sierra Leona la primera unidad de maternidad específicamente diseñada para atender mujeres embarazadas afectadas por el virus del ébola, dentro de un centro de tratamiento que tiene la ONG en Kissy, a las afueras de la capital del país, Freetown.
Durante las últimas tres semanas ya se habían producido ingresos en sus instalaciones, pero con la apertura del nuevo servicio de maternidad, los profesionales de la organización médico humanitaria podrán ofrecer atención especializada a las embarazadas con Ébola o sospechosas de tenerlo.
Para ello, el servicio de maternidad cuenta con 33 camas para casos confirmados y sospechosos mientras que el centro de tratamiento tiene otras 40.
"El personal medico en el servicio de maternidad se centrará en dar una atención especializada a las embarazadas y en intentar minimizar el sangrado de la madre en el momento del parto y en los instantes posteriores, para evitar que muera por una hemorragia", ha explicado Olivia Hill, coordinadora médica de MSF en Freetown.
Las mujeres embarazadas que contraen el ébola tienen una probabilidad de supervivencia más baja de lo normal. Los pocos estudios que existen muestran como hasta el 95 por ciento de los casos acaban falleciendo, lo que también disminuye las posibilidades de supervivencia para el feto.
"Se sabe relativamente poco sobre las embarazadas con ébola, así que este servicio de maternidad permitirá entender mejor los efectos del virus en este grupo de población tan vulnerable, y servirá para aprender a mejorar los cuidados obstétricos en un contexto tan complicado", ha añadido Hill.
Además, MSF denuncia que desde el comienzo de la epidemia de ébola en Sierra Leona las embarazadas han tenido un acceso limitado a los servicios de salud. Principalmente porque la fiebre y el sangrado (comunes durante el embarazo) son también síntomas del ébola, lo que hace que el personal médico a menudo sea reticente a atender a estas mujeres o a permitir que den a luz en sus centros por miedo al contagio.
Ya antes del ébola, Sierra Leona era el país del mundo con mayor tasa de mortalidad materna. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2013 cifraba en 1.110 las muertes maternas por cada 100.000 partos.