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MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un equipo multidisciplinar del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, dirigido por el doctor Francisco Fernández-Avilés, ha logrado eliminar la arritmia ventricular de un paciente de 67 años gracias a la provocación de un infarto controlado, después de que se hubieran probado sin éxito todas las alternativas terapéuticas disponibles y se determinara que no iba a resistir hasta la llegada de un trasplante cardiaco viable.
El foco de la arritmia estaba localizado en el espesor de la pared y próximo a las arterias coronarias, lo que impidió eliminarla mediante catéter intravascular y cirugía cardiaca abierta. Por ello, los especialistas decidieron tapar con alcohol la pequeña arteria que irrigaba el territorio donde estaba la arritmia, provocando así un pequeño infarto que permitió la curación.
El trabajo ha sido destacado en la revista 'Circulation', y ha sido posible gracias a la utilización combinada de distintas y novedosas técnicas de imagen, como la coronariografía, la resonancia magnética y los sistemas de navegación electroanatómica, que permitieron localizar el origen de la arritmia.
Por su complejidad, según los autores, se requirió el trabajo combinado de los servicios de Cardiología, Cirugía Cardiaca y Radiología del Hospital Gregorio Marañón con experiencia en el manejo de insuficiencia cardiaca avanzada y trasplante cardíaco, electrofisiólogos, hemodinamistas y cardiólogos especialistas en imagen cardiaca y resonancia magnética nuclear cardiaca.
EL DAI NO EVITA QUE LAS ARRITMIAS SE VUELVAN A PRODUCIR
Normalmente, el desfibrilador automático implantable (DAI) es el único método para poder provocar su cese, salvando de este modo la vida del paciente. El DAI tiene una forma parecida a un marcapasos y permite aplicar una descarga eléctrica dentro del corazón cuando ocurre una de estas arritmias ventriculares. No obstante, su principal problema es que no evita que estas arritmias puedan volver a presentarse.
Además, puede llegarse incluso a lo que se denomina una 'tormenta arrítmica', repetidas arritmias ventriculares que obligan a que el paciente reciba múltiples descargas del DAI y que pueden empeorar el funcionamiento del corazón.
En esta situación, la única opción de tratamiento es intentar quemar el foco de la arritmia mediante un catéter, pero la localización y eliminación de las arritmias es compleja y en ocasiones no es posible. Cuando esto sucede, se hace necesario el trasplante cardíaco, pero no siempre se llega a tiempo por falta de órganos, siendo entonces irremediable la muerte del paciente.
LA EXPERIENCIA MULTIDISCIPLINAR ES "MUY RENTABLE"
"Este es un caso que demuestra cómo la concentración de la alta complejidad en un número reducido de centros sanitarios con gran experiencia multidisciplinar es muy rentable en términos de la calidad y del resultado del abordaje de pacientes con patologías complejas. Muchas veces la organización sanitaria fomenta la dispersión de la actividad en demasiadas unidades que realizan un volumen de actividad muy pequeño, lo que no garantiza la calidad necesaria de las actuaciones. Se piensa que la cercanía de los recursos favorece al paciente. Nada más lejos de la calidad cuando se afrontan patologías graves y complejas", Fernández-Avilés.
En el trabajo han participado también el doctor y primer autor del artículo científico, Felipe Atienza; el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Ledesma-Carbayo; y el catedrático de Anatomía Humana de la Universidad de Badajoz, Sánchez-Quintana.
La tecnología de tratamiento de las imágenes cardíacas desarrollada y patentada por los científicos de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), todavía no está disponible para su utilización en otros centros, pero esperan que pronto pueda comercializarse y pueda ser utilizada por los electrofisiólogos responsables del tratamiento de estas arritmias tan complejas y con frecuencia letales.