MADRID, 14 Feb. (Europa PRESS) -
El cáncer infantil es considerado, por su prevalencia, una enfermedad rara, lo que le convierte en una enfermedad con poco desarrollo en la investigación y con poca atención por parte de las instituciones y la industria farmacéutica que, según los expertos, podrían aumentar el presupuesto en investigación.
Nadando contra esta corriente, en España existe una Unidad de Investigación Clínica para Ensayos Clínicos Pediátricos en Onco-Hematología, puesta en marcha por el CNIO y el Hospital Niño Jesús, que avanza con optimismo en la búsqueda de nuevos tratamientos.
La unidad, que trabaja en fomentar la producción e introducción en el ámbito clínico de nuevas terapias contra el cáncer infantil, está coordinada por el doctor Lucas Moreno, quien con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebra este domingo, explica a Europa Press la situación de la en la que sen encuentran estos pacientes.
"Por cada 200 casos de cáncer en adultos uno es pediátrico, la supervivencia global está por encima de 80 por ciento. Aun así dentro de los niños es la primera causa de muerte en niños por enfermedad", señala, aunque todavía el índice de supervivencia de los neuroblastomas o sarcomas en estadios avanzados y algunos tipos de tumores cerebrales o leucemias es inferior al 40 por ciento.
Gracias a los esfuerzos internacionales y al trabajo global de todos los oncólogos en los últimos 40 años se ha conseguido un gran avance, aunque no puede igualarse al conseguido en el cáncer de adulto. Lamentablemente, todavía queda un 20 o 25 por ciento de niños que no se curan y "muchos de los que se curan tienen secuelas importantes", advierte.
Para muchos de los tumores, sobre todo en los tumores sólidos o las leucemias de alto riesgo, se necesitan tratamientos muy intensivos -cirugías, radioterapia o quimioterapia- que curan pero también generan secuelas en los pacientes que conllevan que sean tratados toda su vida.
Las secuelas son otro área en el que se está trabajando, porque mejorar los tratamientos significa que se curan mas pacientes, pero también que tengan menos toxicidad y produzcan menos secuelas. "Tienen secuelas de movimientos y a veces tienen problemas en distintos órganos por el tratamiento, y hay que estar tratándoles toda la vida", señala.
En el cáncer infantil la inversión es menor a la que se da en cáncer adultos, donde la investigación y los tratamientos han dado un salto en algunos tipos de cáncer. Aunque no es momento para ser pesimista - ya que los tratamientos actuales están dando buenos resultados-, "esa revolución no ha existido en cáncer pediátrico al no haber investigación por la falta de interés de las compañías farmacéuticas".
Todos estos nuevos tratamientos todavía no han llegado a la práctica en cáncer pediátrico, aunque se trabaja para que lleguen en un futuro próximo, ya que el objetivo de su unidad es desarrollar nuevos fármacos y probar los que ya se están dando a adultos y que puedan funcionar en niños.
Desde la perspectiva de que "un niño no es un adulto más pequeñito, o que pese menos, sino que son seres en desarrollo", se trabaja para que todos los nuevos fármacos para adultos lleguen en un futuro próximo, ya que el objetivo de su unidad es desarrollar nuevos fármacos y probar los que ya se están dando a adultos y que puedan funcionar en niños.
EN DOS AÑOS 25 ENSAYOS
Gracias al trabajo que están realizando ve el futuro bastante prometedor y, afirma que, "en próximos años se empezarán a identificar esos mismos fármacos que ayuden en los cánceres pediátricos". "Lo que está ocurriendo ahora, y por lo que estamos muy contentos, es que seguimos en el camino de empezar a probar los medicamentos que han conseguido alargar la supervivencia", bajo la perspectiva de que hace dos o tres años prácticamente en España no había ningún medicamento nuevo para el paciente pediátrico.
Sin embargo, en estos momentos gracias a esta unidad y otras existentes, estos niños tienen mejor acceso a tratamientos. España se encuentra en un gran nivel dentro de la oncología pediátrica, pero no sólo eso, explica Moreno, la colaboración es igual de fluida dentro del país entre comunidades como con otros centros de excelencia internacionales.
"El tratamiento de primera línea en España es muy bueno", pero cuando falla, las familias deben saber que existen unidades como la puesta en marcha por el CNIO y el Hospital Niño Jesús donde se trabaja en nuevos tratamientos que son una opción.
En dos años ésta unidad, que tiene como propósito realizar más ensayos clínicos y tener ensayos para la mayoría de los tipos de tumores en niños, para que cada paciente que recaiga o que el tratamiento no le funcione, pueda optar a un ensayo clínico y tener medicamentos más novedosos.
Por el momento, se ha conseguido pasar de 9 a 25 ensayos y que se cubran prácticamente todos los tipos de cáncer pediátrico. Además, trabajan en un tipo muy concreto de tumor, que es el neuroblastoma que tiene mala supervivencia, desarrollando medicamentos específicos.